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Recep Tayyip Erdogan, presidente de TurquíaGoh Chai Hin / AFP

Turquía acusa a Estados Unidos de apoyar a las milicias kurdas y fomentar el terrorismo

Ankara afirma que Washington «no ha renunciado a sus sueño de establecer un Estado terrorista» en la frontera turca

Turquía ha elevado el tono contra Estados Unidos y le ha acusado de «alimentar» al terrorismo por apoyar a la milicias kurdas. Ankara se muestra cada vez más beligerante con los países occidentales, en concreto, sus aliados de la OTAN.

La negativa del país euroasiático a la entrada de Suecia a la Alianza Atlántica ha tensado hasta el extremo las relaciones con el resto de países. Esto ha provocado actos en el país escandinavo en contra de Turquía y que, tras la quema de un Corán delante de la embajada turca en Estocolmo, han acabado por dilapidar la posibilidad de tender algún puente.

De hecho, Ankara alertó a sus ciudadanos de viajar a Europa o Estados Unidos ante «un aumento de los actos antiislámicos, xenófobos y racistas en algunos países europeos».

En esta rueda de acusaciones, Ankara denunció que Estados Unidos apoye a grupos kurdos en el norte de Siria y afirmó que Occidente no quiere que Turquía sea «independiente».

«Sabemos quién alimenta a las organizaciones terroristas. Es Estados Unidos quien alimenta al PKK/PYD», dijo el ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, como recoge Efe, usando las siglas respectivas de la guerrilla kurda activa en Turquía y de las milicias kurdosirias.

Mientras que las primeras son consideradas terroristas por la Unión Europea y Estados Unidos, las segundas son aliadas de Washington en su lucha contra el grupo yihadista Daesh.

Soylu afirmó que Estados Unidos y Occidente «llevan años alimentando con dinero, logística y recursos humanos» a esos grupos, que Ankara considera ramas de la misma organización.

El ministro dijo que «Estados Unidos no ha renunciado a sus sueño de establecer un Estado terrorista» en la frontera turca, en referencia a la creación de una nación autónoma kurda.

El ministro también afirmó que los cierres de consulados e instituciones europeas en Estambul en los últimos días, bajo el argumento de amenaza terrorista, responde sólo a una estrategia de «guerra psicológica contra Turquía» que está siendo ejecutada por «embajadores», sin especificar a quién se refería.

«EEUU y Occidente no quieren que seamos independientes y libres en esta región», dijo el ministro, señalando que esos cierres llegan cuando Turquía se han fijado el objetivo de recibir 60 millones de turistas este año.