Oriente Próximo
Irán, cada vez más cerca de obtener armas nucleares
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha descubierto que Irán habría modificado en secreto una instalación para la producción de uranio altamente enriquecido.
Desde que en 2018, el expresidente estadounidense, Donald Trump, rompiera unilateralmente el acuerdo nuclear con la República Islámica, esta ha intensificado sus actividades en el campo de las nucleares.
El hallazgo fue revelado por inspectores del OIEA, quienes, durante una inspección no anunciada de la planta nuclear de la aldea de Fordo, al sur de Teherán, notaron que las máquinas de enriquecimiento fueron modificadas «significativamente» desde noviembre.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, detalló que esta planta nuclear lleva produciendo uranio con una pureza de hasta el 60 por ciento desde finales de 2022.
Por su parte, la República Islámica alegó un «error» de un inspector del OIEA, tras recibir un aviso por una modificación técnica no declarada en su programa nuclear.
«Un inspector de la agencia informó por descuido que Irán había aportado cambios al modo operativo en la planta de enriquecimiento (...) sin haberlo señalado antes», declaró el portavoz de la entidad de la energía atómica iraní, Behruz Kamalvandi, citado por la agencia de noticias oficial Irna.
Las instalaciones de Fordo están especialmente vigiladas desde que Irán empezó a producir uranio enriquecido a 60 % en noviembre de 2022, además de en la planta de Natanz.
Este límite supera con creces el 3,67 % establecido por el acuerdo de 2015 entre Teherán y las grandes potencias, y se acerca al 90 % necesario para producir una bomba atómica.