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El primer ministro japonés, Fumio Kishida (D) junto al presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos en TokioKimimasa Mayama / AFP

Japón y Filipinas llevan sus lazos militares a un 'nivel superior' ante el expansionismo chino

El viaje de Marcos a Tokio ha molestado al Gobierno de Pekín sobre todo por la expectativa de que Manila sostuviera una «política exterior independiente»

el expansionismo chino ha puesto en alerta a sus pequeños vecinos. El pasado jueves Japón y Filipinas firmaron varios acuerdos de cooperación económica y de defensa para fortalecer sus relaciones bilaterales en medio de las crecientes amenazas del régimen comunista de Pekín.

Los acuerdos cubren una amplia gama de áreas, incluida la agricultura, la energía renovable, la atención médica, la transformación digital, la infraestructura y la Defensa, y tienen lugar inmediatamente después de la firma de un acuerdo entre Filipinas y Estados Unidos que le permite a Washington aumentar su presencia militar en el país del sudeste asiático.

«Puedo decir con confianza que nuestra asociación estratégica es más fuerte que nunca», dijo el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., durante una conferencia de prensa en Tokio junto al primer ministro Fumio Kishida.

«Japón querría vender más armas de segunda mano a Filipinas e incluso llegar a un acuerdo que permita a Tokio desplegar tropas en las mismas bases militares en las que lo hará Estados Unidos», dijo al Global Times Song Zhongping, experto militar chino.

De acuerdo con el medio estatal chino, «Manila debe evitar ser utilizada como un peón de países fuera de la región para seguir su agenda de militarizar y poner en peligro la paz y la estabilidad ganadas con tanto esfuerzo en el Mar del Sur de China».

China advierte del peligro

Sin duda, el viaje de Marcos a Tokio ha molestado al Gobierno de Pekín sobre todo por la expectativa de que Manila sostuviera una política exterior independiente tal cual parecía tras la visita del presidente filipino a China hace unas semanas, donde fue recibido con los máximos honores posibles y se le ofreció varios acuerdos de cooperación.

«Marcos Jr. claramente está haciendo ajustes en las relaciones de su país con China y Estados Unidos y está apostando por ambos lados. Y a diferencia del ex presidente, Rodrigo Duterte, podría estar más inclinado hacia Estados Unidos, como se ha demostrado en los movimientos recientes», dijo Gu Xiaosong, decano del Instituto de Investigación de la ASEAN de la Universidad del Océano Tropical de Hainan.

Tras la firma de los acuerdos con Tokio, el medio editorialista del régimen comunista advirtió que los pasos de Filipinas «es perjudicial para la paz y la estabilidad en el Mar del Sur de China, ya que el despliegue estadounidense de tropas, buques de guerra y aviones de combate en la región plantea amenazas no solo para China sino para toda la región».

«Marcos debería ver cómo los buenos lazos con China de los últimos seis años bajo la administración Duterte han contribuido en gran medida a la estabilidad general y la paz en la región, y la importancia de mantener a los países externos fuera del Mar Meridional de China», dijo Xiaosong.