Estados Unidos afirma que los drones utilizados por Rusia en la guerra de Ucrania son iraníes

Funcionarios estadounidenses denuncian que Irán se está convirtiendo en un líder mundial en la producción de aviones no tripulados baratos y letales. La guerra de Ucrania se ha convertido para Teherán en un escaparate para mostrar su tecnología.

Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha desmentido en múltiples ocasiones que Moscú haya usado drones de fabricación iraní en Ucrania, estos funcionarios de Estados Unidos, según recoge The Guardian, compartieron información desclasificada que demostraba lo contrario.

Los informes indican que Irán ha suministrado tres modelos de aviones no tripulados a Rusia: los drones kamikazes de un solo uso Shahed 131 y 136, utilizados por Moscú como alternativa más barata a los misiles de crucero, y el dron polivalente Mohajer-6, que puede utilizarse para recabar información y transportar una carga útil de misiles.

«Aunque Irán ha reconocido que ha vendido aviones no tripulados a Rusia, ha recalcado que no se han utilizado en este conflicto y que, si lo hubieran hecho, no 'permanecerían indiferentes'», dijo un funcionario, citado por The Guardian, mostrando imágenes de restos de un avión no tripulado utilizado en un ataque en Irak en septiembre de 2022, del que Irán asumió la responsabilidad, y restos de un ataque en Kiev en octubre del mismo año.

Salvo por las marcas rusas en los restos del dron que impactó en Kiev, las imágenes muestran componentes idénticos, incluido el motor rotativo, la hélice de madera, la placa de relés e incluso los tornillos hexagonales utilizados para montar la hélice. «Lo que hemos visto son restos muy reconocibles de dos regiones geográficas muy diferentes que han salido de la misma fuente», apuntaron los funcionarios, describiéndolo como «evidencia convincente».

A modo genérico, los funcionarios estadounidenses explicaron cómo los aviones no tripulados iraníes habían avanzado desde 2014, cuyos drones eran utilizados para ataques mucho más limitados contra objetivos como Saudi Aramco –petrolera de Arabía Saudí– o contra el transporte marítimo –incluyendo el ataque contra el petrolero Mercer Street en 2021, que mató al capitán rumano del buque y un guardaespaldas británico–.