Sudán
Tres ladrones condenados a la amputación de manos bajo las brutales leyes islámicas de Sudán
Las extremas leyes islámicas se vuelven a imponer en Sudán. En esta ocasión, tres hombres han sido condenados a la amputación de manos por el robo de 52 bombonas de gas en Omdurman, ciudad más poblada del país.
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Los ladrones, que ya se encuentran en prisión, tendrán que cumplir una pena de tres años de cárcel y pagar una multa de 2 millones de libras sudanesas –más de 3.000 euros–, además de la amputación.
Esta sentencia ha suscitado una gran preocupación tanto en la comunidad internacional como dentro del propio país.
El golpe militar en octubre de 2021 provocó la destitución y arresto del primer ministro, Abdalla Hamdok, y condenó al país de África Oriental a vivir bajo un mandato cada vez más inhumano y cruel.
Pero ambos avances hacia una sociedad más avanzada y justa se desvanecieron con la llegada de la dictadura militar.
El Centro Africano de Estudios de Justicia y Paz, una organización de derechos humanos con sede en Uganda, denunció la sentencia y afirmó que la pena establecida a los ladrones supone una forma de tortura sancionada por el Estado y una violación de los derechos humanos.
Según el diario británico Daily Mail, la organización instó a las autoridades sudanesas a anular la condena de amputación y a celebrar un nuevo juicio más justo.
También reclamó que los tres hombres «estaban expuestos a varias irregularidades como el juicio sin representación legal, la falta de explicación por parte del tribunal a los acusados sobre la gravedad y la pena de los delitos y el hecho de que el tribunal se basara en las confesiones como única prueba para condenar a los acusados».
La pena de amputación contradice la Convención de la ONU contra la Tortura –adoptada en 1984 por la Asamblea General–, que Sudán firmó en 2021.
Con la firma de esta Convención, Sudán debería haber modificado numerosas leyes que implican castigos inhumanos, por lo que las organizaciones de derechos humanos aseguran que todavía falta mucho trabajo por hacer en el país.