«No veo en este momento ni en un futuro próximo que Israel envíe armas a Ucrania»

La embajadora de Israel agradece las muestras de apoyo y solidaridad que ha recibido en España tras la decisión intempestiva de Ada Colau de romper los vínculos con Israel y Tel Aviv. Rodica Radian-Gordian prefiere dar más importancia a la «oportunidad» que le dio la Universidad Complutense para «explicar y poner en contexto» el conflicto con Palestina que a los incidentes que provocaron grupos organizados en un intento frustrado por evitar que hablara.

En segundo plano lo anecdótico, la diplomática descarta que su país vaya a enviar armas a Ucrania, explica el difícil «equilibrio» que mantiene su país con los gobiernos de Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, analiza el conflicto con Palestina y advierte: «No creo que haya más antisemitismo en España que en otros lugares de Europa».

«Nunca había tenido un incidente» en España, observa antes de reflexionar: «Creo que merecía la pena contar en la Universidad por qué, ahora que se cumplen 30 años de los acuerdos de Oslo, fracasaron; por qué llegamos a este punto; cuáles fueron los problemas y las diferentes visiones de las partes. Yo intervine ese día en la Facultad y el embajador de Palestina el anterior». Al hilo de lo sucedido lamenta: «No se puede decir que los israelís son fascistas sionistas, como nos acusaron».

–El conflicto no tiene que ser eterno. Cuesta muchas vidas en ambos lados. Hemos tratado en diferentes ocasiones de llegar a un entendimiento, pero no es posible. Con los años resulta más complicado resolver los conflictos, se alejan más las sociedades, ya no nos conocemos, no nos hablamos y esta situación no favorece un entendimiento. Por el contrario, lo obstaculiza. ¿Hay o existen las condiciones idóneas para negociar? Estamos en una etapa en la que es posible que haya cambios en el liderazgo palestino y en Israel, con todo el dolor por la pérdida de todas las vidas humanas, hoy el conflicto no está en primer plano de la agenda. Israel tiene otros asuntos acuciantes que abordar.

–Israel ha decretado el estado de máxima alerta. ¿Cree que puede haber una nueva escalada del conflicto como la de 2021 en Gaza con Hamás?

–Tenemos una situación bastante tensa, pero también se vienen fechas muy sensibles. Dentro de un mes empieza el Ramadán y antes suelen darse episodios violentos. Estos días hemos sufrido actos de terrorismo por parte de niños, de jóvenes… Hablamos de chavales de 13 y 14 años. Hay que hacer todo para evitar que se transforme en una ola de terror en contra de israelíes y se convierta en un conflicto abierto mucho más grave.

Hamás busca pretextos [para atentar] y también tiene sus fricciones con la Autoridad Palestina, hay luchas de liderazgo interno

–La semana pasada ISIS pidió en la revista Al-Naba, matar a todos los judíos con especial foco en Israel y Europa. Y uno de los líderes de Hamás, Hamás Fathi Hammad, dijo: «Un cuchillo cuesta cinco shekels (un euro). Eso es lo que vale un cuello judío».

–Me parece que es una casualidad que los dos se hayan puesto de acuerdo con esos mensajes. Lo cierto es que Hamás busca pretextos [para atentar] y también tiene sus fricciones con la Autoridad Palestina, hay luchas de liderazgo interno, pero hay que tener mucho cuidado y evitar que se incendie la zona.

–Cinco países, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia, han manifestado su disconformidad con el anuncio de Israel de nuevos asentamientos en Cisjordania. Llama la atención que se pronuncien de este modo países históricamente aliados.

–La mayoría de los asentamientos no son nuevos. Ya existían y de lo que se trata es de resolver, de ordenar la situación. El gobierno de Benjamín Netanyahu ha adoptado esta decisión después de los últimos atentados. No sé con qué fecha se va a concretar la decisión, pero no es la primera vez que se producen diferencias con otros países amigos que son contrarios a decisiones nuestras.

Tenemos un mecanismo de coordinación con las fuerzas rusas desplazadas en Siria que para nosotros es de gran importancia por cuestiones de seguridad nacional

–Estamos a pocos días de cumplirse el primer año de la invasión de Rusia a Ucrania.

–La posición israelí es de máxima prudencia. La presencia iraní en Siria, en Irak, en toda la zona de Oriente Próximo, que es al norte de Israel, nos preocupa mucho. Tenemos un mecanismo de coordinación con las fuerzas rusas desplazadas en Siria que para nosotros es de gran importancia por cuestiones de seguridad nacional. Esta circunstancia no la podemos olvidar. Por otro lado, tenemos dos comunidades de judíos muy importantes en Jordania y en Rusia, sobre las que Israel siempre ha estado atenta a su bienestar como con las colectividades del resto del mundo…

–Pero la postura…

–Nuestra postura es de solidaridad con Ucrania desde el punto de vista humano. Desde el principio mandamos ayuda humanitaria, otro hospital funcionó… Pero también debemos mantener comunicación abierta con Rusia.

Israel es el único país cuya existencia está específicamente amenazada por Irán

–Irán también desempeña un papel en Ucrania al suministrar (oficialmente lo niegan) drones y mantiene estrechas relaciones con Rusia. ¿Ese «mecanismo» o acuerdo con Moscú podría estar en riesgo?

–Quizá no tengo que recordar que Israel es el único país cuya existencia está específicamente amenazada por Irán. Nos preocupa mucho el escenario y esas relaciones, pero por eso insisto en que tenemos que hacer un equilibrio muy fino para mantener los canales abierto de comunicación con Rusia.

Estados Unidos entiende muy bien dónde está Israel. Muy bien. Es nuestro aliado número uno, nuestro amigo. Siempre lo ha sido y sigue siéndolo

–Antony Blinken estuvo en Israel en enero. ¿Les presiona EE.UU. para que envíen sus sistemas de defensa antiaérea en desuso y los misiles Patriot a Ucrania?

–Yo creo que Estados Unidos entiende muy bien dónde está Israel. Muy bien. Es nuestro aliado número uno, nuestro amigo. Siempre lo ha sido y sigue siéndolo. Tenemos un un diálogo muy abierto y cercano.

–¿Podría Israel llegar a mandar a Ucrania armamento?

–No lo veo en este momento, ni en el futuro próximo.

No sé si ahora mismo es el tiempo de dialogar. Pero el hecho de que Benjamin Netanyahu sea uno de los pocos líderes que tiene comunicación abierta con Rusia y Ucrania lo hace un mediador posible

–El primer ministro, Benjamín Netanyahu se ha ofrecido a hacer de mediador entre Moscú y Kiev

–No sé si ahora mismo es el tiempo de dialogar. Pero el hecho de que sea uno de los pocos líderes que tiene comunicación abierta con ambos lados lo hace un candidato posible. Aunque esto dependerá mucho de Ucrania, de Rusia y de que se den las condiciones. Si los dos lados están listos para negociar, no podemos decirlo nosotros.

Lamento decir que en toda Europa, y no solamente en España, hay antisemitismo

–¿Ha percibido que la sociedad española se ha vuelto más antisemita?

–Lamento decir que en toda Europa, y no solamente en España, hay antisemitismo. No creo que haya más antisemitismo en España que en otros lugares de Europa. Es quizá la ocasión de felicitar al Gobierno español por seguir una estrategia muy bien hecha para luchar contra el antisemitismo y por ser parte del esfuerzo que hace Europa en conjunto para luchar contra el antisemitismo. Existe un antisemitismo moderno diferente al obvio y tradicional.

–¿Por ejemplo?

–Una forma de antisemitismo es negar el Estado de Israel. Negar la legitimidad del pueblo judío de tener un Estado. En el contexto actual hay muchos actos que en apariencia resultan inocentes, pero no lo son. Cuando identifican en tono despectivo sionista como judío, es otra forma.

Israel fue, sino el primero, el segundo país en enviar ayuda humanitaria a Turquía

–¿Han enviado ayuda humanitaria a Turquía por el terremoto?

–Israel fue, sino el primero, el segundo país en enviar ayuda humanitaria. Enviamos equipos de rescate y se lograron salvar vidas, alrededor de 20 personas sobrevivieron gracias a su intervención. Hoy tenemos allí un hospital plenamente operativo para la atención de los heridos y, con la colaboración de médicos turcos, los doctores israelíes lograron rehabilitar otro centro que no estaba en actividad. La sociedad civil también se ha solidarizado y enviado toneladas de ayuda.