Un año de guerra en Ucrania
Así fue y así se organizó el viaje sorpresa de Joe Biden a Kiev
La primera visita de Joe Biden a Polonia, hace prácticamente un año, desató las especulaciones sobre si el presidente de Estados Unidos estaría dispuesto a dar un salto a Kiev o poner un pie en territorio ucraniano. Aquel viaje del sucesor de Donal Trump a la frontera servía en bandeja la tentación de dar ese paso. Biden decidió entonces no hacerlo. Razones de seguridad tenían suficiente peso para entender que se quedara en Polonia. Esta semana, casi un año más tarde, Biden hizo lo que todos descartaban dado las antecedentes: Viajó al corazón de Ucrania.
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El secreto de las personas que acompañaron en la comitiva al hombre, hoy por hoy, más poderoso del mundo, se mantuvo. Solo dos periodistas viajaron con él, un fotógrafo de la agencia AP y una redactora del Wall Street Journal. Ambos entregaron sus teléfonos móviles y empeñaron su palabra que seguirían al pie de la letra las instrucciones. La Casa Blanca sabe a quién elige y de qué medios y profesionales se puede fiar.
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A las 4 de la madrugada hora local, Biden abordo el Boeing 757, más conocido como C-32. Estaba lejos del hangar de donde suele partir el presidente. Las ventanas del aparato estaban y estarían durante todo el vuelo con la persianita echada.
Unos 15 minutos más tarde, según detalla The Kiev Post, el personal de seguridad que acompaña al presidente subió las escalerillas de este avión. La tripulación la completaba el equipo médico habitual, un grupo reducido de asesores y los dos periodistas invitados (a Biden le suelen acompañar 13) bajo la condición de guardar silencio hasta que estuvieran en la capital de Ucrania.
El vuelo director a Kiev no era viable desde Washington. Todos están suspendidos desde hace prácticamente un año y la ruta que seguirían tendría varias escalas. Sabrina Siddiqui, la reportera del Wall Street Journal, una vez que la autorizaron a contar los detalles, escribió que a ella y al fotógrafo les citaron en la base de Andrés, exactamente, a las 02.15 am. Los móviles requisados se los devolverían 24 horas más tarde, una vez que Biden estaba en Kiev.
De Washington a Ramstein
El vuelo duró siete horas desde Washington hasta la base militar alemana de Ramstein donde hicieron escala para repostar combustible y nadie recibió autorización para descender del avión. La hoja de ruta marcada tenía como destino Polonia.
Evan Vucci, el fotoperiodista de AP, no vio al presidente de Estados Unidos ni antes ni durante el viaje. Tampoco al aterrizar. Recuerda que le llamó la atención que no se encendieran las luces y sirenas de los vehículos oficiales que trasladaban al presidente y a la comitiva. Todo se hizo con extrema discreción.
La caravana de vehículos blindados y presumiblemente el conocido como «la bestia» enfiló silenciosamente rumbo a Przemysl Glowny donde se encuentra la estación de tren polaca en las cercanías de la frontera con Ucrania.
Putin sabía
La pregunta del millón es: ¿Informo EE.UU. a Putin del viaje? Según The Kiev Post, lo hizo. ¿Cuándo? «Horas» antes del «arriesgado» viaje sorpresa. El objetivo era evitar cualquier percance y que Biden asumiera más riesgos de los que ya conllevaba ese desplazamiento a una país en guerra.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Presidente, confiaría en el avión a los reporteros: «Notificamos a los rusos que el presidente Biden viajaría a Kiev. Lo hicimos algunas horas antes de su partida para evitar conflictos.»
La reacción de Putin es uno de los misterios que, por ahora, no está resuelto. «Debido a la naturaleza delicada de esas comunicaciones, no entraré en cómo respondieron o cuál fue la naturaleza precisa de nuestro mensaje», detalló Sullivan.
A las 9.15, ya en Przemysl Glowny, todo el sequito recibió la orden de subirse a un tren. A esa hora, la prensa seguía sin haber visto a Biden cuya pasión por los ferrocarriles es conocida
A las 9.15, ya en Przemysl Glowny, todo el sequito recibió la orden de subirse a un tren. A esa hora, la prensa seguía sin haber visto a Biden cuya pasión por los ferrocarriles es conocida. El convoy estaba formado por ocho vagones. La locomotora entró en Kiev cuando salía el sol y a las 8.07 el presidente de Estados Unidos bajaba por su propio pie en la estación.
La última vez que estuvo en la capital de Ucrania era vicepresidente de Barak Obama. Ahora lo hacía en condición de jefe máximo de EE.UU. , de la OTAN y principal aliado del país invadido el 24 de febrero de 2022 por las tropas de Vladimir Putin. «It´s good to be back in Kyiv» (Me alegro de estar de vuelta en Kiev), fueron sus primeras palabras.