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Oriente Medio

Israel asegura que Irán traficó con oro desde Venezuela para financiar a Hezbolá

Según ha publicado un medio israelí, Teherán y Caracas cambiaban oro por petróleo iraní, sorteando las sanciones internacionales

Israel lleva años detrás de la pista de la financiación del partido libanés Hezbolá, de corte proiraní. Este grupo es una de las muchas organizaciones que controla la República Islámica a lo largo de la región para afianzar su influencia.

Según publicó The Jerusalem Post, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallan, reveló la conexión entre Irán y Venezuela, para financiar las actividades de Hezbolá en Oriente Medio.

A raíz de un trabajo conjunto entre la Oficina Nacional de Lucha contra la Financiación del Terrorismo de Israel (NBCTF), el Ministerio de Defensa, la Policía y la Autoridad Fiscal la información desvela que en mayo del pasado año, a través de Mahan Air, una aerolínea iraní de propiedad privada, ambos países transportaron grandes cantidades de oro.

Para los servicios de inteligencia israelí, un actor clave en este entramado de contrabando fue Seyed Badroddin Naiemael Moosavi, un empresario iraní que se dedica al comercio por todo el mundo.

The Jerusalem Post señala que este empresario dirigió una operación secreta dentro de la Fuerza Quds iraní –cuerpo integrado en la Guardia Revolucionaria–, comprando oro en Venezuela y utilizando sus conexiones empresariales y políticas para encubrir su financiación ilícita.

Asimismo, la inteligencia israelí relaciona al grupo libanés Hezbolá dentro de esta trama. Entre los implicados estaría el representante del Ministerio de Asuntos Económicos de Hezbolá en Irán, Ali Kassir, además del jefe de la unidad logística del partido, Mohammad Kassir. Este último se encargaba de la transferencia de fondos una vez que el oro se había convertido en efectivo.

Otro claro indicio de esta conexión es la Empresa de Transporte de Aerocargo del Sur (EMTRASUR) creada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en noviembre de 2020 y que hasta mediados del año pasado su única aeronave era un Boeing 747-300, comprado en febrero de 2022 a Mahan Air, la empresa iraní.

La justicia federal argentina consiguió probar, tras retener el avión en el aeropuerto de Buenos Aires, que el Boeing pertenecía efectivamente a Mahan Air y que después de su presunta transferencia a EMTRASUR se realizaron múltiples viajes entre Caracas y Teherán.

Asimismo, el Servicio de Inteligencia de Estados Unidos (FBI) y el de Israel (Mosad) indicaron a la justicia argentina que el piloto del avión venezolano-iraní, Gholamreza Ghasemi, estaba vinculado a la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní y a Hezbolá.