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Montaje del primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der LeyenFotos: GTRES

Reino Unido

Sunak y Von der Leyen se disponen a cerrar un acuerdo sobre Irlanda Norte

Sunak pretende «garantizar que el acuerdo arregle los problemas prácticos sobre el terreno, garantice el libre flujo comercial en el conjunto del Reino Unido, salvaguarde el lugar de Irlanda del Norte en la Unión y devuelva la soberanía a los norirlandeses»

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pretenden cerrar este lunes un acuerdo sobre el controvertido Protocolo de Irlanda del Norte, que debería despejar el camino para la futura relación pos-Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE).

Von der Leyen viajará a suelo británico para mantener una entrevista con Sunak en el condado de Berkshire (al este de Londres), donde se encuentra el castillo de Windsor, lo que ha disparado las especulaciones sobre un eventual encuentro de la líder comunitaria con el Rey Carlos III.

Según el plan facilitado por Downing Street –despacho oficial del primer ministro–, Sunak informará tras esa cita a su Gobierno sobre su resultado. Si, como está previsto, se culminan las negociaciones, ambos líderes celebrarán una rueda de prensa conjunta por la tarde, y posteriormente Sunak presentará el acuerdo ante la Cámara de los Comunes (Baja).

Según dijeron fuentes gubernamentales al diario The Times, Sunak defenderá que ha conseguido «concesiones importantes y de amplio alcance» en su pacto con Bruselas. De acuerdo a ese periódico, el acuerdo acarreará cambios en el tratado de salida que el Reino Unido y la UE alcanzaron hace más de tres años, del que forma parte el citado Protocolo de Irlanda/Irlanda del Norte.

Sin embargo, fuentes diplomáticas comunitarias insistieron esta semana a EFE en que lo negociado con Sunak no supondrá modificar en absoluto el protocolo vigente, sino aportar ciertas «clarificaciones» sobre su implementación.

Estas mismas fuentes dijeron que ya hace tiempo que Londres y Bruselas han consensuado el texto, pero recordaron que la parte más difícil será que Sunak reciba el apoyo del ala dura de los conservadores y del Partido Democrático Unionista (DUP).

Los diputados «podrán expresarse» sobre el acuerdo, aseguró este domingo el vice primer ministro, Dominic Raab, aunque no llegó a concretar si eso supondrá que vaya a ser sometido a votación parcial o totalmente. Por si acaso, los legisladores tories han recibido la orden de estar presentes en la sesión parlamentaria de este lunes. La oposición laborista ha anunciado que apoyará el pacto.

El acuerdo hará que la UE elimine la gran mayoría de controles a los productos que llegan de la isla de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, pese a que esta provincia británica carecer de frontera física con Irlanda, que forma parte de la UE.

En cambio, según filtraciones publicadas por The Times, la Corte Europea de Justicia seguirá siendo el árbitro último en caso de disputa sobre las reglas del mercado único que se aplican en Irlanda del Norte, algo a lo que se oponían los unionistas.

Según Downing Street, Sunak pretende «garantizar que el acuerdo arregle los problemas prácticos sobre el terreno, garantice el libre flujo comercial en el conjunto del Reino Unido, salvaguarde el lugar de Irlanda del Norte en la Unión y devuelva la soberanía a los norirlandeses».

El protocolo, ideado para evitar una frontera física entre las dos Irlandas, mantiene a Irlanda del Norte dentro del mercado interior comunitario y británico, por lo que los controles al comercio entre el Reino Unido y la UE se llevan a cabo en los puntos de entrada norirlandeses.

Eso ha provocado, a juicio de los unionistas, importantes disfunciones en el tránsito de bienes entre las dos islas, algo que el acuerdo se apresta a solucionar, al eximir de controles a la mayoría de productos que llegan al Ulster desde Gran Bretaña.

Esta frontera comercial situada en el mar de Irlanda es asimismo una barrera política para la comunidad unionista, que mantiene que pone en peligro la relación de la provincia con el resto del Reino Unido.