¿Va ganando Ucrania la «guerra de invierno»?

En el frente de Bajmut, un aumento de las temperaturas y las difíciles condiciones del suelo dificultan actualmente el avance de las tropas rusas en la zona. Así lo informa el servicio secreto británico en sus últimas actualizaciones diarias de guerra: «El suelo helado se ha reblandecido y vuelto fangoso, como consecuencia de las temperaturas cálidas de los últimos días, lo que afecta especialmente al movimiento de campo a través de maquinaria pesada por terrenos sin asfaltar».

Según los británicos, esto les da a las fuerzas de defensa ucranianas una importante ventaja militar. Esperan así mismo que estas condiciones meteorológicas continúen durante unas semanas más.

El pasado 24 de febrero, recordando el triste aniversario del inicio de esta guerra, en la reunión de alto nivel para conmemorar el aniversario del inicio de la guerra Dimytro Kuleba hablaba frente a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y se mostraba confiado en la victoria: «Putin perderá mucho antes de lo que piensa».

Kuleba pidió el establecimiento de un tribunal con jurisdicción especial sobre crímenes de guerra, citando como modelo al tribunal de crímenes de guerra de Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial. Kuleba hizo hincapié de nuevo en que miles de niños habían sido secuestrados en Rusia. «Probablemente el caso más grande de secuestro de niños patrocinado por un estado en la historia de nuestro mundo moderno» -decía.

Esta misma semana (01.03.2023), mientras se celebra el comienzo de la primavera en el calendario ucraniano, el ministro Kuleba aprovechó para destacar la «victoria» de su país sobre «el terror de invierno» del régimen ruso dirigido por Vladimir Putin: «Sobrevivimos al invierno más difícil de nuestra historia. Hacía frío y estaba oscuro, pero hemos sido inquebrantables», y añadía: «Ucrania ha vencido al terrorismo de invierno de los invasores». Se ha referido a los bombardeos masivos contra las centrales eléctricas, contra la población civil y las infraestructuras tras un año de ataque ruso a gran escala contra la soberanía ucraniana.

Desde el pasado mes de noviembre, las fuerzas de Rusia han bombardeado insistentemente infraestructuras energéticas ucranianas con misiles y drones suicidas de fabricación iraní que provocan cortes masivos de electricidad, agua potable y calefacción durante semanas en numerosas zonas de Ucrania, incluida su capital, Kiev.

Con la ayuda de sistemas antiaéreos suministrados por los aliados occidentales, que también han enviado generadores y transformadores, las autoridades ucranianas han reforzado la protección de estas instalaciones y han reparado el sistema eléctrico nacional, que vuelve a dar suministro a la gran mayoría de la población.

Por eso, Kuleba también ha dedicado palabras a la Unión Europea, tanto por su ayuda como por el hecho de que haya podido pasar el invierno sin sobresaltos pese al déficit energético: «Nuestros socios nos han ayudado. La UE también ha ganado, y contrariamente a las burlas de Moscú, no se ha congelado sin el gas ruso». Finalmente, Kuleba proclamaba: «El camino es largo hasta la victoria final. Pero ya sabemos cómo ganar».

Parece que «la guerra de invierno» se va superando favorablemente para Ucrania, que el suave invierno favorece a Ucrania y a Europa occidental frente a las carencias energéticas. Parece que Ucrania ha superado con creces casi todas las expectativas iniciales y, así mismo, ha unificado y vigorizado a Occidente. Parece que los buenos están ganando y los malos están recibiendo el castigo cósmico reservado a los que están en el lado equivocado de la historia. Es una bonita historia, pero no es necesariamente cierta.

Actualmente, «la guerra de invierno» se está librando en el este del país, principalmente concentrada en torno a la ciudad de Bajmut, donde la situación es «extremadamente tensa», según el propio ejército ucraniano.

Aquí no caben discursos, ni palabras grandilocuentes. Aquí es la carne y la sangre de aquellos que mueren en el día a día de esta contienda. Aquí es donde la realidad gana a los relatos estimulantes y necesarios para elevar la moral de un bando. Aquí ya no caben narrativas sino hechos. Lo que termine ocurriendo en Bajmut decidirá quien ha vencido la guerra este invierno. Teniendo en cuenta que se trata tan solo de un momento, de una batalla de un gran conflicto que se espera largo.