China/EE:UU:
Grúas espías en los puertos de Estados Unidos, la última amenaza o fantasma de Washington
En 2021 agentes del FBI inspeccionaron un buque de mercancías que transportaba estructuras de grúas ZPMC, de fabricación china, destinadas a operaciones aeroportuarias. En el registro, en el puerto de Baltimore, descubrieron equipos de inteligencia con capacidad para rastrear datos, recopilar información sensible y hasta paralizar las actividades portuarias.
Aquel episodio se puede considerar el principio de una cadena de investigaciones y medidas de Washington para revisar su política de importación de estas gigantescas grúas que, prácticamente, copan el mercado mundial y se encuentran en instalaciones civiles, pero también militares.
Las gruas de ZPMC (Shanghai Zhenhua Heavy Industries Co), de enormes brazos mecánicos, pueden ser operadas por control remoto desde una distancia no precisada. El software detectado tendría una circulación de ida y vuelta directamente con Pekín lo que ha provocado que se enciendan las luces de alarma en todo Estados Unidos y en otros países ya que tienen presencia en el 70 por ciento del mercado mundial. Dicho de otro modo, en más de 100 países..
Jugar la carta china y lanzar la teoría de la amenaza china, es irresponsable y perjudica los intereses de los propios Estados UnidosPortavoz de la embajada de China en Washington
Aunque oficialmente la Administración Biden no ha presentado ninguna queja o expresado su malestar al gobierno de Xi Jinping, estas informaciones publicadas por el Wall Street Journal han tenido respuesta de la embajada China en Washington, donde un portavoz que cita el diario, las calificó de «reacción paranoica» con el avieso objetivo de entorpecer el comercio y la cooperación china. «Jugar la carta china y lanzar la teoría de la amenaza china, es irresponsable y perjudica los intereses de los propios Estados Unidos».
ZPM, que se negó a responder las inquietudes del Wall Street Journal, es una subsidiaria de China Communications Construction Co., apuesta personal de Xi Jinping en su nueva ruta de la franja y la seda para desarrollar infraestructuras y establecer lazos comerciales en Asia, África y Europa.
Chris Wolski, antiguo responsable de seguridad informática del puerto de Houston, observa en el diario: «No sería difícil para un atacante deshabilitar un sensor en una grúa y evitar que se mueva». Es decir, paralizar su actividad en todos los puertos del mundo don operen.
Protegerse del largo e inteligente brazo espía chino
Con las sospechas sobre la mesa sobre la doble función de las grúas de «barco tierra», como se conocen en el argot, el escenario de compra venta en las costas estadounidenses de estos robots, parece modificarse.
Puertos que podrían recurrir a estas unidades y adquirirlas por precios mucho más baratos que otras de diferente marca, han optado por comprar grúas fabricadas en otros países para curarse en salud o protegerse del largo e inteligente brazo espía chino. Es el caso, entre otros, como el puerto de Savannah (Georgia), segundo de carga más grande de la costa este que ha elegido la finlandesa Konecranes, en torno a un tercio mas caras que las de ZPM.
El diputado republinaco Carlos Giménes, introdujo un proyecto de ley el pasado año para prohibir futuras compras de grúas chinas
El diputado republinaco Carlos Giménes, introdujo un proyecto de ley el pasado año para prohibir futuras compras de grúas chinas. Ex alcalde de Miami Dade donde todavía operan algunas grúas chinas, aclaró que presentó la ley cuando advirtió que esos gigantes de hierro se podían utilizar para fines distintos a los que aparentan.
«La infraestructura de tecnología física y logística en los puertos es un área crítica de vulnerabilidad», reflexiona en en un comunicado Mike Wessel, miembro de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China. Esta comisión, explica el diario, se convocó por el Congreso con la lupa sobre China .
Informada sobre el tema de la seguridad de las grúas el año pasado por funcionarios de Defensa, según personas familiarizadas con el asunto que cita el diario, Wessel se negó a reconocer la sesión informativa o comentar sobre los detalles discutidos allí. En definitiva, «Top secret».
Las enormes grúas, recuerda el diario, generalmente se entregan a los puertos de EE. UU. completamente ensambladas en barcos y se operan a través de un software fabricado en China. En algunos casos, cuentan con el apoyo de ciudadanos chinos que trabajan con visas estadounidenses de dos años, factores que describieron como vías potenciales a través de las cuales se podría recopilar inteligencia.