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El presidente francés, Emmanuel MacronAFP

Francia

El Senado francés aprueba la polémica reforma de pensiones de Macron

El principal eje de la reforma que promueve Macron es retrasar la edad mínima de jubilación dos años, de los 62 años actuales a los 64

«Un paso importante». Así ha definido la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, la aprobación de la reforma de las pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron.

La votación fue un paso clave para la puesta en vigor de la reforma, que aún debe ser votada en la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés, posiblemente el jueves.

El texto, que se debatió por un procedimiento acelerado activado por el Ejecutivo para esquivar numerosas enmiendas interpuestas por la oposición para entorpecer el debate, recibió el respaldo de 195 senadores y 112 votos en contra.

«A pesar de los intentos de obstrucción por parte de ciertos grupos, el debate democrático se llevó a cabo» apuntó la primera ministra. Borne aseguró que el Gobierno «seguirá poniendo (su) energía con todo» para ir «hasta el final del proceso democrático y que este texto sea votado».

Claves de la reforma

El principal eje de la reforma que promueve Macron es retrasar la edad mínima de jubilación dos años, de los 62 años actuales a los 64.

El Gobierno defiende los cambios como la única vía factible para garantizar el equilibrio financiero del sistema para 2030, ya que, si no se hiciera nada, estima que en una decena de años se acumularía un déficit de cerca de 150.000 millones de euros.

El debate de este sábado se celebró mientras, en las calles, miles de franceses salieron a protestar contra la reforma convocados por el conjunto de los sindicatos, que rechazan frontalmente esta reforma.

Se trató de la séptima jornada de movilizaciones desde que el Ejecutivo desveló los detalles del proyecto, en enero pasado, y contó con menos seguimiento que en otras ocasiones.

Reacciones políticas

Las primeras reacciones del Gobierno celebrando la decisión no se hicieron esperar y, solo unos minutos después de la votación, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, celebró el «paso decisivo» hacia una reforma que «garantizará el futuro» de las pensiones francesas.

«Totalmente comprometidos para permitir una adopción definitiva en los próximos días», remarcó Borne, a través de Twitter.

El bloque macronista se benefició del posicionamiento a favor de los conservadores de Los Republicanos, cuyo jefe de filas, Bruno Retailleau, defendió una reforma del sistema de jubilaciones como algo imperativo para salvarlo del «shock demográfico» que la evolución de la población implicará en los próximos años.

«El principal acto de solidaridad es garantizar el equilibrio del sistema», había defendido antes en el Senado el ministro de Trabajo francés, Olivier Dussopt.

En el campo contrario, la senadora socialista Monique Lubin aseguró, en su último turno de palabra, que este sábado permanecerá como una «jornada negra para todos los asalariados» del país.