Irán y Bielorrusia consolidan la liga de líderes autoritarios para hacer frente a EE.UU.
Ambos países han mostrado una clara sintonía y buscan aliviar así las sanciones estadounidenses
El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha viajado hasta la capital de Irán, Teherán, donde ha mostrado una clara sintonía que su homólogo iraní, Ebrahim Raisí. Un encuentro más que significativo si tenemos en cuenta el contexto internacional actual, con un fuerte acercamiento de la República Islámica a Rusia y China.
Minsk y Teherán ha firmado, con motivo del encuentro de los dos líderes, una hoja de ruta de la cooperación integral entre los dos países para 2023-2026, según ha informado la agencia de noticias Belta. «Pueden confiar en nosotros», ha afirmado Lukashenko.
Por su parte, el mandatario iraní indicó que la República Islámica ha logrado un gran progreso y creado oportunidades a pesar de las «sanciones», en una referencia a las medidas restrictivas económicas que Estados Unidos reimpuso sobre el país persa en 2015.
«Los dos países estamos en contra del unilateralismo y creemos que la comunicación constructiva entre países independientes es el camino para neutralizar las sanciones», indicó Raisí.
«Hoy, tras 30 años de relaciones amistosas, la República Islámica de Irán y Bielorrusia han diseñado una completa hoja de ruta para del desarrollo de sus estratégicas relaciones en varios campos», subrayo el presidente iraní, en una rueda de prensa junto a Lukashenko.
Bielorrusia, que también vive bajo sanciones estadounidenses por la deriva antidemocrática del régimen de su presidente, ve en este tipo de acuerdos un salvoconducto para su economía.
El comercio bilateral entre ambos países se situó en unos 100 millones de dólares en 2022, una cifra modesta pero un aumento desde los 33 millones del año anterior, de acuerdo con datos de Belta.