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383 días de guerra en Ucrania

Polonia anuncia que podría enviar cazas MiG-29 a Ucrania en semanas

Los pilotos ucranianos están familiarizados con este modelo de avión de combate, ya que antes de estallar la guerra su Fuerza Aérea contaba con 43 de estos aparatos

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró este martes que Varsovia «podría enviar en cuatro o seis semanas» un número indeterminado de cazas MiG-29 a Ucrania.

Esta afirmación se produce una semana después de que el presidente polaco, Andrzej Duda, dijese durante una entrevista con la prensa en Abu Dabi que Polonia «está preparada» para entregar «el número restante de (aviones) MiG-29 que tenemos sirviendo en la Fuerza Aérea».

En relación a esas palabras, el jefe de la oficina presidencial polaca, Paweł Szrot, especificó en Varsovia que la transferencia de aviones de combate polacos tendría lugar únicamente en el marco de una coalición internacional.

La Fuerza Aérea polaca mantiene en servicio 29 aviones MiG 29, de fabricación soviética, seis de los cuales son biplazas adaptados para misiones de entrenamiento avanzado. Todos ellos tienen su base en Malbork (norte), cerca del enclave ruso de Kaliningrado.

La Fuerza Aérea polaca proyecta reemplazar esas aeronaves con 50 aviones FA-50 comprados el año pasado a Corea del Sur y de los cuales se completó la primera unidad hace pocos días.

Los pilotos ucranianos están familiarizados con el MiG-29, pues antes de estallar la guerra su Fuerza Aérea contaba con 43 de estos aparatos, lo que convertía a este modelo en el más numeroso de sus Fuerzas Armadas.

Se estima que al menos diez de esos MiG-29, cuya producción y puesta en servicio comenzó en la década de 1980, fueron destruidos en los primeros días de la guerra con Rusia.

Para atender las peticiones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de recibir aviones de combate avanzados, Polonia propuso en marzo del año pasado transferir sus MiG-29 a la base de la OTAN de Ramstein, en Alemania, para «ponerlos a disposición de Estados Unidos» y que ese país los entregase a su vez a Ucrania, una idea que fue desechada por Washington.