Entrevista al exprimer ministro de Reino Unido
Blair defiende que «no hay comparación posible» entre la invasión de Ucrania y la de Irak
El exprimer ministro británico deja para «futuras generaciones» el regreso de Reino Unido a la UE y afirma que el futuro de la política está en «la revolución tecnológica»
Tony Blair, uno de los referentes de la socialdemocracia europea en su década como primer ministro de Reino Unido (1997-2007), descalifica las comparaciones de Putin con la invasión de Irak, fía para una discusión lejana el regreso de Reino Unido a la Unión Europea, y recuerda con satisfacción la resolución del conflicto de Irlanda del norte.
«La cuestión de si el Reino Unido vuelve a la UE y cómo lo hace pertenece a una generación futura. Creo que esa es la realidad», afirma este político que se opuso firmemente al Brexit, en particular haciendo campaña en Irlanda del Norte para evitar allí las nefastas consecuencias que ahora se viven.
El actual líder laborista, Keir Starmer, también estaba en contra del brexit, pero acabó renunciando a la idea de volver al mercado único.
El debate en el Reino Unido es más saber hasta qué punto queremos reconstruir una relación sólida con Europa, lo que creo que deberíamos estar haciendoTony Blair
«Creo que en este momento el debate en el Reino Unido es más saber hasta qué punto queremos reconstruir una relación sólida con Europa, lo que creo que deberíamos estar haciendo, y espero que los laboristas también lo piensen», estimó Blair.
«La estrategia política debe comenzar por la aceptación de la realidad. Y este es el desafío para los partidos progresistas, socialistas y socialdemócratas en toda Europa», que se hallan en «crisis» salvo excepciones como España o Portugal, aseguró en la entrevista colectiva.
Sobre la invasión de Ucrania , rechaza la comparación de Putin de remitirse a la guerra de Irak de 2003, librada por Estados Unidos y Reino Unido sin mandato de la ONU, para justificar su «Operación Militar Especial».
Si Putin no hubiera usado esa excusa, hubiera usado otraBlair sobre la ocmparación con la invasión de Irak
«Si no hubiera usado esa excusa, hubiera usado otra», dijo el exdirigente laborista británico, de 69 años. Según Blair, no hay comparación posible, porque el exdictador iraquí había provocado dos guerras regionales, desafiado numerosas resoluciones de la ONU y lanzado un ataque químico contra su propio pueblo.
Ucrania tiene un gobierno elegido democráticamente y no representaba una amenaza para sus vecinos
Por el contrario, Ucrania tiene un gobierno elegido democráticamente y no representaba una amenaza para sus vecinos cuando Rusia la invadió, señala.
20 años de la invasión de Irak
El lunes se cumplirán veinte años del día en que Blair arrastró al Reino Unido, siguiendo al presidente estadounidense George Bush, a participar en la invasión del Irak de Sadam Husein, en busca de armas de destrucción masiva que nunca se encontraron.
«Al menos podemos reconocer que sacamos a un déspota del poder (en Irak) para intentar instalar una democracia», defiende Blair, desde las oficinas de su Instituto para el Cambio Global, en el centro de Londres.
Las repercusiones de la guerra en Irak dañaron los esfuerzos de Blair como representante internacional para negociar la paz entre israelíes y palestinos después de dejar Downing Street en 2007.
Calificándose de «muy ferviente» defensor de una paz en Oriente Medio que parece «lejana actualmente», considera que los palestinos deberían inspirarse de otro hito logrado durante su mandato, el acuerdo de paz en Irlanda del Norte.
Preguntado si los laboristas deberían buscar el apoyo de los nacionalistas escoceses en el Parlamento como ha hecho Sánchez en España, Blair dice que Keir Starmer tendría que evitarlo
Preguntado si los laboristas deberían buscar el apoyo de los nacionalistas escoceses en el Parlamento si lo necesitasen como ha hecho el PSOE en España, consideró que su líder, Keir Starmer, tendría que evitarlo.
«Hay discrepancias fundamentales (...). Con el nuevo líder laborista (Starmer), el partido ha girado al centro. Y creo que sería contrario a su estrategia formar cualquier tipo de alianza con los nacionalistas escoceses», explicó.
Para Blair, que fue uno de los estandartes de la llamada «tercera vía» y padre del Nuevo Laborismo en el cambio de siglo, el debate político ha virado de tal forma que también debe hacerlo la izquierda.
La principal cuestión económica es todo lo que rodea a la revolución tecnológicaTony Blair
«El Nuevo Laborismo articuló lo que creo que es cada vez más evidente en el siglo XXI: la cuestión hoy no es una lucha sobre valores, en el sentido de que la mayoría de las sociedades aceptan que se necesita un Estado que ayude a la gente cuando lo necesita (...) y que se necesita un sector privado fuerte. La principal cuestión económica es todo lo que rodea a la revolución tecnológica», dijo.
Esas innovaciones «lo están cambiando todo», por lo que el desafío es cómo adaptar la organización de la sociedad a la nueva realidad, como pasar de una sanidad del tratamiento de enfermedades a otra de la prevención.
«La misión para los políticos progresistas es adueñarse de esa revolución. Si no, sucederá una de dos: o acabas debatiendo sobre impuestos y gastos, por lo que terminará pareciendo que siempre quieres más impuestos y más gastos, y eso es problemático electoralmente, (...) o recurres a la política identitaria y las guerras culturales, por lo que acabas convertido en el partido de la inmigración, que está bien, pero va a ser un problema», reflexionó.
Así que, añade, si quiere abordar los problemas de injusticia social y desigualdad, la izquierda debe cambiar la forma en que el Estado funciona, a través de esta revolución tecnológica.
De lo contrario, augura que fuerzas centristas dividirán el voto progresista, como en el caso de los Verdes en Alemania o como hizo Emmanuel Macron en Francia, «no porque los valores hayan cambiado, sino porque el mundo ha cambiado».
El populismo y la izquierda
El populismo también amenaza a la izquierda desde diversos flancos, pero para Blair la mejor forma de contrarrestarlo es tratar de atajar el descontento que lo alimenta.
¿Cómo se consigue eso? A su juicio, con una posición clara sobre la inmigración, con una política de inseguridad ciudadana que haga sentirse protegidas a las capas más desfavorecidas o con servicios públicos que funcionen.
«Hay que abordar esas quejas razonables para achicar el espacio (a los populistas). Y, sinceramente, así es como nosotros ganamos las elecciones», sintetizó.