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Irlanda del norte

El renacimiento del IRA: Irlanda del Norte se enfrenta a una nueva ola de violencia terrorista

El denominado 'Nuevo Ejército Republicano Irlandés' quiere demostrar que sigue presente y armado, más enfurecido que nunca tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea

El Protocolo de Irlanda del Norte ya no existe; tras una serie de largas y complicadas negociaciones, el primer ministro británico Rishi Sunak ha negociado un nuevo acuerdo, ‘El Marco de Windsor’, que suaviza la frontera entre las dos Irlandas y forja un puente entre Gran Bretaña y la Unión Europea.

La decisión no ha hecho más que aumentar la tensión en el territorio irlandés, y profundizar su centenaria división. Las autoridades locales temen un resurgimiento de la violencia que infestó Irlanda del Norte en la década de los 60, y un renacimiento del grupo terrorista IRA tras el Brexit.

Se hacen llamar ‘Nuevo Ejército Republicano Irlandés’, o ‘Nuevo IRA’, y ya se han adjudicado varios ataques y asesinatos en los últimos años. Se trata de un grupo paramilitar republicano irlandés, que busca continuar con la cruzada terrorista del antiguo Real Ejército Republicano Irlandés (Real IRA).

El 'Nuevo IRA' empezó a identificarse como tal en el año 2012, tras la fusión de varias facciones militantes republicanas. En la actualidad, es el mayor grupo de disidencia republicana de Irlanda del Norte. Sus actividades terroristas recuerdan a la violencia de los ‘Troubles’, aquel conflicto armado entre protestantes unionistas y católicos republicanos, que duró desde 1968 hasta 1998.

El asesinato de John Caldwell

El último ataque del ‘Nuevo IRA’ tuvo lugar el pasado febrero, e hizo sonar todas las alarmas: mientras que la Policía local noroirlandesa investiga una posible recaída en el terrorismo de antaño, los políticos de Belfast y Westminster se preparan para una nueva ola de división social y política.

El poblado de Omagh, pequeña población de Irlanda del Norte, se vio sacudida por el asesinato del Inspector Policial John Caldwell. Dos hombres armados dispararon a Caldwell mientras recogía las pelotas tras un entrenamiento de futbol. El hijo de la víctima presenció el asesinato.

Las autoridades arrestaron a cinco posibles culpables, bajo sospechas de terrorismo. «La investigación se está desarrollando. Aunque estamos considerando varias perspectivas, nos centramos en la disidencia republicana y su violencia, y en un grupo llamado ‘El Nuevo IRA’», compartió en su momento el asistente del jefe de policía, Mark McEwan.

Sus sospechas resultaron ciertas: días más tarde, el Nuevo IRA se adjudicó el crimen a través de un comunicado escrito.

Rastro de sangre

No es la primera vez que matan. El Nuevo IRA tiene encañonada a la Policía desde hace años, y , en 2019, se responsabilizó del asesinato de la periodista Lyra McKee. Además, se les vincula con una larga serie de homicidios, incluyendo los del agente de policía Ronan Kerr en 2011, y los funcionarios de prisiones David Black en 2012 y Adrian Ismay en 2016.

Aunque el grupo tiene presencia en Belfast y los condados de Tyrone y Armagh, la mayor parte de sus ataques ocurren en las zonas de Strabane y Derry. En 2019, las autoridades encontraron una bomba en las inmediaciones de este último; el dispositivo, perteneciente al Nuevo IRA, fue diseñado para matar a agentes policiales en el area de Creggan.

En junio de 2019, el grupo se atribuyó la responsabilidad de otro asesinato fallido, a un policía de Belfast; colocaron una bomba debajo de su automóvil, pero no llegó a explotar. Y en abril del mismo año, mataron a tiros a la periodista Lyra McKee, de 29 años de edad, mientras esta cubría unas manifestaciones en Creggan.

El Nuevo IRA experimenta un placer «triste y enfermo» al matar, según la asistente del jefe de policía Barbara Gray, de la facción anti-terrorista del Servicio de Policía de Irlanda del Norte. En declaraciones posteriores al asesinato de Lyra McKee, la agente lamentó que la reacción de protesta colectiva no hubiera puesto fin a la violencia del grupo disidente.

Una paz frágil

El ataque a Caldwell alimenta temores latentes de un posible retorno al periodo más oscuro de la historia de Irlanda del Norte: un resurgimiento del conflicto sectario conocido como los ‘Troubles’, que consumió el territorio durante tres décadas, y segó más de 3.000 vidas.

El conflicto se caracterizó por la violencia sectaria entre el grupo paramilitar nacionalista católico ‘IRA’, y las fuerzas paramilitares protestantes, la Fuerza de Voluntarios del Ulster y la Asociación de Defensa del Ulster.

Durante esos años, ll IRA luchó por la independencia de Irlanda del Norte y la unificación con la República de Irlanda. Utilizaron tácticas de guerrilla y terrorismo, como ataques con bombas y tiroteos, para atacar a fuerzas de seguridad y objetivos civiles. El IRA también estuvo involucrado en la creación y mantenimiento de barricadas y zonas liberadas en comunidades nacionalistas.

En particular, el IRA fue responsable de la colocación de bombas en lugares públicos, como bares y tiendas, que causaron numerosas muertes y heridas. También se sabe que llevaron a cabo secuestros y asesinatos de individuos sospechosos de colaborar con el enemigo. Entre sus ataques destacó el asesinato de Lord Mountbatten, tío de la reina Isabel II, al colocar una bomba en el yate en el que viajaba.

Estas acciones causaron gran conmoción y miedo en la población civil y fueron una parte significativa del conflicto sectario en Irlanda del Norte.

Irlanda del Norte ha conseguido prosperar en los últimos 25 años, bajo un proceso de paz que empezó en 1998 con el Acuerdo de Viernes Santo. Este pacto reconoce el estatus constitucional de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido, pero también establece que una Irlanda unida podría lograrse si una mayoría de personas, tanto en la República de Irlanda, como en Irlanda del Norte, votan a favor.

Es una paz frágil. La vieja tensión resurgió de nuevo en Irlanda del Norte cuando Reino Unido salió de la Unión Europea, dejando atrás a la República de Irlanda. Y empeoró a causa del ya obsoleto Protocolo de Irlanda del Norte; provocó la ira de los unionistas, ya que opinaban que el acuerdo amenazaba el estatus británico de Irlanda del Norte.

El Nuevo IRA, siempre presente

En declaraciones al periódico británico i, la escritora Marisa McGlinchey, autora del libro «Asuntos pendientes: la política del republicanismo irlandés disidente», explicó que el Nuevo IRA no desaparecería con facilidad.

«El Nuevo IRA quiere demostrar que sigue presente, y que sigue armado, porque hubo mucha especulación sobre su desaparición: perdieron a algunos miembros clave, perdieron fuerzas, y hubo quien se preguntó si seguían estando armados. Y yo creo que ahora están enviando una señal, de que siguen siendo capaces de llevar a cabo ataques armados», advirtió McGlinchey.

Mientras Irlanda del Norte hace la transición hacia una normalidad posterior al conflicto, el Nuevo IRA acecha desde las sombras, buscando oportunidades para perturbar a los servicios de seguridad y al resto de la sociedad.