Las declaraciones del presidente de Azerbaiyán y un movimiento de tropas hacen temer una invasión a Armenia
La situación entre Azerbaiyán y Armenia es de máxima tensión. El tira y afloja de los últimos meses, con momentos en que parecía que se iba a alcanzar un acuerdo de paz y momentos en que la guerra parecía más cerca que nunca, ha dejado un nuevo episodio de tensión.
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En un incendiario discurso grabado en vídeo y difundido hace unos días, el presidente azerí Ilham Aliyev, amenazaba con ocupar territorio soberano armenio si el gobierno no se rendía ante las exigencias territoriales de Azerbaiyán.
«Si quieren vivir confortablemente en su área de 29.000 kilómetros cuadrados, Armenia debe aceptar nuestras condiciones», declaró Aliyev en un vídeo grabado en la localidad de Talish, ocupada en 2020 por tropas azerbaiyanas.
«Si Armenia no reconoce nuestra integridad territorial, tampoco reconoceremos su integridad territorial», insistía Aliyev en su vídeo propagandístico grabado con factura cinematográfica con las montañas de la disputada Nagorno-Karabaj de fondo y junto a una hoguera que emulaba al emblema nacional azerí.
Para subrayar la veracidad de sus palabras, en las últimas horas, varios vídeos difundidos en redes sociales han confirmado que Azerbaiyán ha comenzado a trasladar tropas, vehículos militares y piezas de artillería hacia las fronteras con Armenia y Nagorno-Karabaj.
La región de Nagorno-Karabaj, enclave de mayoría armenia dentro de territorio azerí que controla el ejército armenio desde los años 90 pero cuya soberanía la ONU reconoce a Azerbaiyán, se encuentra en el centro de la disputa.
Azerbaiyán recuperó amplias zonas del territorio durante la llamada Segunda Guerra de Nagorno-Karabaj, en 2020, y exige ahora la salida de las tropas armenias de Nagorno-Karabaj.
La población armenia del enclave (unos 120.000 habitantes) se encuentra aislada desde el pasado mes de enero, cuando activistas mineros cortaron, con el beneplácito del gobierno azerí de Bakú, el único acceso que comunica Nagorno-Karabaj con Armenia: el corredor de Lachín.
Sin embargo, la semana pasada Aliyev amplió el melón territorial al aumentar sus demandas a la región armenia de Syunik.
Una de las demandas de Azerbaiyán es que Armenia permita la construcción de un corredor sur –el corredor de Zangezur– que permita comunicar Azerbaiyán con su región autónoma de Najicheván, aislada del resto del país por la región armenia de Syunik.
Armenia se niega a aceptar este corredor hasta que el gobierno azerí no libere el corredor de Lachín. Bakú, sin embargo, no reconoce que exista dicho bloqueo en Lachín y exige que Armenia construya el corredor que permitirá conectar Najicheván por carretera y ferrocarril, y que entregue a Azerbaiyán el control del paso.
Durante una reciente reunión en Ankara de la Organización de Estados Túrquicos, afirmó que «la decisión del gobierno soviético en noviembre de 1920 de separar Zangezur Occidental, nuestra tierra histórica, de Azerbaiyán y entregársela al control armenio, condujo a la separación geográfica del mundo túrquico».
Esas palabras, junto con la amenaza de que si los armenios quieren seguir viviendo en su territorio de 29.000 kilómetros cuadrados tendrán que aceptar las exigencias del gobierno azerí, han disparado las alertas en Armenia sobre una posible agresión militar azerbaiyana.