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El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir PutinEFE

390 días de guerra en Ucrania

El menú de la discordia que ha servido Putin a Xi Jinping durante su encuentro en Moscú

En la cena entre los dos mandatarios, Moscú no ha dudado en servir un plato que causa polémica con Ucrania

El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo ruso, Xi Jinping, han escenificado hoy su alianza entre el retumbar de los tambores, un apretón de manos y una sonrisa de oreja a oreja. La llegada de ambos líderes al Kremlin se ha escenificado al más puro estilo hollywoodiense.

Tanto Putin como Xi han aparecido detrás de unos espectaculares portones dorados y caminado por una alfombra roja. A mitad del camino, la bandera de Rusia y la de China han sido testigo del esperado encuentro entre los mandatarios.

Después de posar para la prensa, Putin y Xi han accedido a la sala de reuniones, presidida por una gigantesca mesa de mármol blanco con detalles dorados, para dar asiento a la numerosa delegación china. Chinos a un lado, rusos al otro las conversaciones dieron comienzo.

Por último, ambas delegaciones han disfrutado de una cena, que ha incluido una referencia a la antigua república soviética. El menú se ha compuesto por la tradicional sopa de remolacha Borsch, según ha indicado la agencia Efe.

Este plato es punto de discordia entre Kiev y Moscú, ya que este último lo considera como propio, aunque su origen es ucraniano. Así las cosas, la polémica sopa de remolacha Borsch fue declarada con carácter de urgencia, el pasado mes de julio, como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, tras una intensa campaña ucraniana.

Xi también disfrutó de otros platos como croquetas de cangrejo de Kamchatka con aceite de trufa, una ensalada con trucha de Karelia y pepinos frescos, fletán de Múrmansk sobre verduras, bistec de carne de res con puré de patadas ahumadas y mousse de frambuesa, según la agencia oficial Tass.