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Guillermo Lasso, presidente de EcuadorAFP

Crisis Argentina Ecuador

Lasso le reprocha a Alberto Fernández «colaborar» en la huida de una «prófuga» para generar «impunidad»

El presidente de Ecuador envía una carta al de Argentina donde le acusa de poner por encima su amistad personal con el expresidente prófugo, a la relación bilateral

La tensión entre Argentina y Ecuador, lejos de desaparecer, aumenta. Tras la expulsión recíproca de sus respectivos embajadores, el gobierno de Alberto y Cristina Fernández reunió al Grupo de Puebla, algo parecido al antiguo eje bolivariano, y le dio a Rafael Correa un escaparate de lucimiento para su protagonismo que aprovechó para arremeter contra Guillermo Lasso y burlarse, una vez más, de él. ¿El motivo? La fuga de María Ángeles Duarte, -exministra correista condenada por corrupta-, de la Embajada de Argentina en Quito donde se había refugiado.

El escenario, de por sí una provocación para el actual Ejecutivo ecuatoriano, se enmarca en la andanada de reproches de Ecuador a Argentina por su complicidad en la huida a Venezuela de Duarte, que hoy está en Caracas cuando debería estar cumpliendo ocho años de prisión.

Tras un cruce de palabras en la red social Twitter, el actual presidente de Ecuador le escribió una carta oficial a Alberto Fernández, -en respuesta a otra suya- donde le reprocha dar prioridad a su amistad personal con Rafael Correa, también prófugo de la justicia, a los interés bilaterales de ambos países. «Generar un incidente por poner la ideología de sus funcionarios por delante de lo que nuestros pueblos necesitan es el verdadero error», le apunta.

En la carta, reproducia en su cuenta de Twitter, Lasso, que atraviesa un momento de enorme fragilidad y está pendiente de un juicio político, no se anda con medias tintas. «La salida de la señora Duarte de la Embajada de la República Argentina en Quito no ha escapado de la voluntad y capacidad de su gobierno».

Asilo para una condenada

A renglón seguido, le reprocha: «Usted no debió autorizar la concesión del asilo político a una persona sentenciada por la justicia ecuatoriana, pues eso está expresamente prohibido por el artículo III de la Convención de Caracas, aun cuando le hayan querido dar un carácter humanitario».

Combatir la corrupción nunca será persecución políticaGuillermo Lasso, presidente de Ecuador

Dicho esto, puso el dedo en la llaga: «Colaborar en el escape de una persona prófuga de la justicia abona a la impunidad, un mal que afecta a la región, y que merece principal atención y respuesta de nuestros gobiernos. Combatir la corrupción nunca será persecución política».

En la misma misiva Lasso defiende su decisión de declarar persona non grata al exembajador Gabriel Fuks y expulsarle por su cooperación en la fuga de la exministra. «La decisión del Estado ecuatoriano fue la correcta y obligada por todas las inconsistencias, falsedades y dudas de su ex embajador, que se mostró en todo instante como un operador político y no un digno representante del pueblo argentino».

Lasso apuntaba a las declaraciones de su ministro de Asuntos Exteriores, Juan Carlos Holguín, donde recordaba las versiones contradictorias que le brindó Fuks cuando le llamó para pedir explicaciones de lo sucedido. «Ese señor (Gabriel Fuks) no solo fue cómplice de la salida de la señora Duarte de la Embajada sino que nos ha mentido... No en una sino en varias ocasiones», recordó.