El Congreso de EE.UU. sienta en el banquillo al CEO de TikTok ante los temores de espionaje
el Congreso estadounidense ha sentado en el banquillo a Shou Zi Chew, director ejecutivo de TikTok, una aplicación china con 150 millones de usuarios mensuales en EE.UU. que se ha ubicado en el centro de la diputa hegemónica entre Washington y Pekín por miedo al espionaje por parte del régimen comunista chino.
«TikTok ha elegido repetidamente el camino de más control, más vigilancia y más manipulación. Su plataforma debería estar prohibida», dijo Cathy McMorris Rodgers, presidenta del Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes, al comenzar la audiencia este jueves.
Propiedad de la empresa china ByteDance, TikTok está bajo una enorme presión en los países occidentales: Los funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, así como de la Comisión Europea, se vieron obligados a eliminar la aplicación de sus dispositivos.
«ByteDance no es un agente de China ni de ningún otro país», dijo Chew ante el comité de la Cámara de Representantes y agregó: «Creemos que lo que se necesita son reglas claras y transparentes que se apliquen ampliamente a todas las empresas de tecnología: la propiedad no es el núcleo para abordar estas preocupaciones».
McMorris Rodgers, la presidenta del comité le replicó que «El PCCh [Partido Comunista Chino] puede recopilar información confidencial (de los usuarios estadounidenses de TikTok) y controlar lo que finalmente vemos, escuchamos y creemos».
Acorralado, Chew reconoció que algunos datos personales de los estadounidenses todavía estaban sujetos a la ley china, pero insistió en que pronto eso cambiará.
Chew promueve un plan de la compañía, conocido como Proyecto Texas, para satisfacer las preocupaciones de seguridad nacional, según el cual el manejo de los datos de los usuarios en territorio estadounidense se limitaría a una división dirigida por Estados Unidos.
El Gobierno de Joe Biden ya dio un ultimátum para que TikTok deje de ser propiedad china o enfrente un veto total en el país.
Una prohibición sería un acto sin precedentes contra una empresa de medios por parte de Washington, pues privaría millones de usuarios en EE.UU. de una aplicación que se ha convertido en una tendencia cultural, especialmente para los jóvenes y en la principal fuente de entretenimiento después de Netflix.
Una venta de la aplicación, aún con el acuerdo de todas las partes, sería muy complicada, pues separar el poderoso algoritmo de «TikTok y ByteDance sería como una operación de gemelos siameses», dijo a Afp el analista Dan Ives de Wedbush.