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Maniobras a bordo del USS Milius de la Séptima Flota de EE.UU.Twitter: @US7thFleet

EE.UU. niega que China obligara a uno de sus destructores a abandonar aguas que reclama como propias

El destructor USS Milius completó sus «operaciones de rutina» en aguas internacionales del mar de China Meridional sobre las que Pekín reclama su soberanía

China denunció este miércoles que el destructor estadounidense de misiles guiados USS Milius, de la Séptima Flota, accedió de manera ilegal a aguas de soberanía china en las islas Xisha, en el mar de China Meridional.

Según la versión de Pekín, las fuerzas armadas chinas habrían logrado interceptar el buque de guerra estadounidense y forzarlo a abandonar las aguas territoriales chinas.

La Marina de Estados Unidos, sin embargo, negó la veracidad de la historia difundida por los medios gubernamentales chinos y aseguró que su buque «no fue expulsado» y pudo completar sus «operaciones de rutina».

Por medio de un comunicado recogido por Europa Press, la Séptima Flota afirmó que “Estados Unidos seguirá volando, navegando y operando allá donde le permita el Derecho Internacional.

La versión difundida por la Marina estadounidense difiere notablemente de la difundida por el Comando de Escenario del Sur de las fuerzas armadas chinas.

Su portavoz, el coronel de la fuerza aérea Tian Junli, aseguró que el Ejército Popular de Liberación, monitorizó en todo momento la navegación del USS Milius y le lanzó varias advertencias para que abandonara las aguas que China reclama como propias pero que Estados Unidos y los Estados ribereños del mar de China Meridional defienden como internacionales.

El coronel Junli criticó la maniobra del buque estadounidense y afirmó que «socava gravemente» la paz y la estabilidad en el mar de China Meridional y sus zonas ribereñas.

China mantiene disputas con todos los países ribereños del mar de China Meridional por la soberanía y control de sus aguas.

La disputa por el control de los caladeros y los recursos naturales del mar ha enfrentado a Pekín con Filipinas, Malasia, Indonesia, Vietnam y Taiwán, ya que China reivindica el 80 % de las aguas de todo el mar.

Estados Unidos tampoco reconoce la demanda china, mientras que Pekín ha construido varios atolones artificiales donde ha instalado bases militares con las que imponer por la fuerza su dominio sobre el mar.