Elecciones legislativas de Cuba
Contraste radical de datos de participación en las elecciones «farsa» de Cuba
Se prevé que Miguel Díaz-Canel volverá a ser elegido para enfrentar su segundo y último mandato y estará al frente del país caribeño hasta 2028, después de que se conforme en abril la Asamblea Nacional
La noche de este lunes 27 de marzo ha estado marcada por el escrutinio de los resultados de las elecciones cubanas. Según datos oficiales, de 5.711.397 de cubanos –que representan un 70,34 % del país caribeño– han acudido a las urnas para renovar la asamblea nacional.
La isla ha votado en las legislativas a los 470 candidatos a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) –máximo órgano representativo cubano– que ejercerán su poder durante un periodo de cinco años. Los candidatos electos serán los encargados de nombrar al presidente y líder del régimen cubano.
Se trata de unos comicios descalificados de valor representativo según la disidencia, que alega que los asambleístas son previamente seleccionados por el presidente comunista Miguel Díaz-Canel, cuyo partido es el único legal en el país americano.
Precisamente, el líder del régimen cubano voló el sábado por la noche a la isla caribeña desde República Dominicana –donde asistió a la XXVIII Cumbre Iberoamericana– y regresó pronto a su país para acudir a las urnas «bien pronto». Fue en esta reunión de los mandatarios internacionales donde Díaz-Canel aprovechó para acusar a Estados Unidos de «desestabilizar» Cuba e intentar «recolonizar» América Latina.
Ampliación del horario de votación
El horario de votación se prolongó durante una hora más en todo el territorio cubano. Según informó el Consejo Electoral Nacional, la hora prevista de cierre de los colegios electorales se extendió de las 6 a las 7 de la tarde, ampliación amparada por el artículo 97.2 de la Ley Electoral cubana.
Según apuntan medios locales menos afines al régimen castrista, estos comicios pretenden dilucidar la opinión popular sobre el líder del país, cuya controvertida gestión en los últimos años le ha hecho perder popularidad entre los cubanos. Sin embargo, estos medios de comunicación dudan sobre la fiabilidad y transparencia de las elecciones legislativas.
Si hay algo prácticamente claro de esta llamada a las urnas es el resultado: Miguel Díaz-Canel volverá a ser elegido para enfrentar su segundo y último mandato y estará al frente del país caribeño hasta 2028, después de que se conforme en abril la Asamblea Nacional.
Contraste de datos de participación
Los datos oficiales de la participación ciudadana en los comicios cubanos contrasta radicalmente con la información recogida en medios de comunicación locales, en los que se apunta que durante la jornada «había más cubanos en los mercados de oferta y demanda que en los colegios electorales».
De acuerdo con El Diario de Cuba, los cubanos no habrían mostrado interés en ratificar a los 470 candidatos del régimen. Según testimonios recogidos por este periódico, en los colegios electorales se veía «poca afluencia y poca frecuencia en las votaciones». Testigos apuntan que «las mujeres encargadas de las mesas electorales estaban mirando sus móviles porque no entraba gente a votar».
En la cara opuesta de la moneda, la prensa oficial del Gobierno de Cuba ha apuntado a una participación del 70,34 % de la población del país. Según ha informado el Consejo Electoral Nacional, a las 11 de la mañana había acudido ya a las urnas un 41.66 % del parte básico de votantes, lo que supone que 3.382.992 electores habían depositado ya su papeleta antes de esa hora.
El país cobra aún la resaca del referéndum del Código de las Familias y las elecciones municipales –celebradas el mes de noviembre–, donde la participación popular cayó en picado y la abstención fue de un 26 % y un 31 %, respectivamente.
La votación ocurre en un momento en que Cuba atraviesa por la peor crisis económica en tres décadas, con una inflación galopante, una ola migratoria sin precedentes, provocadas por los efectos de la pandemia y del embargo económico estadounidense, así como por las debilidades estructurales del país.
Los candidatos, encabezados por Díaz-Canel, realizaron las últimas semanas una inusual e intensa campaña proselitista para escuchar las demandas de la población. Sin una oposición autorizada, las peticiones a la abstención se concentraron en las redes sociales.
«No seas parte de esa farsa. Expulsa a los usurpadores del poder. No vayas a votar el domingo», publicó la cuenta de Twitter 'Cuba dice No a la dictadura'.