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Militares ucranianos disparan con un TRF-1 de 155 mm contra posiciones rusasAFP

397 días de guerra en Ucrania

Ucrania se rearma con la llegada de los carros de combate de Alemania y Reino Unido

Los vehículos fueron entregados en la frontera ucraniana a finales de la semana pasada, según informó el diario alemán Der Spiegel

Ucrania, que ha anunciado que ha tenido que retrasar su contraofensiva por la falta de armamento occidental, ya ha recibido los primeros carros de combate de Alemania y Reino Unido. Berlín había prometido 14 tanques Leopard, pero aumentó la cifra a 18. Por su parte, Londres aseguró que enviaría 14 Challenger 2.

«Tal y como habíamos prometido, nuestros tanques han llegado a tiempo a manos de nuestros amigos ucranianos», declaró el lunes por la noche Boris Pistorius, ministro de Defensa alemán. «Estoy seguro de que pueden marcar la diferencia en el frente».

Tras meses de evasivas, el Gobierno alemán anunció a finales de enero que proporcionaría a Kiev estos vehículos de combate de última generación como parte de un acuerdo en virtud del cual varios Estados de la UE contribuirían a un envío de dos batallones Leopard 2 y 31 carros de combate M1A2 Abrams de fabricación estadounidense. procedentes de Estados Unidos.

Por razones de seguridad, el Gobierno alemán no quiso hacer comentarios sobre la ruta por la que se entregaron los tanques. Kiev, que contaba con un número limitado de carros de combate de la era soviética o postsoviética, ha reclamado en múltiples ocasiones el envío urgente de blindados más pesados para hacer frente a la invasión rusa, y el Leopard 2 de fabricación alemana encabeza su lista.

La portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Iryna Zolotar, declaró que los Challenger 2 de fabricación británica «ya están en Ucrania», confirmando la información. Asimismo, el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, publicó en su página de Facebook una foto de un tanque británico, junto a otros vehículos militares de fabricación occidental, describiendo el Challenger como una obra de arte militar.

En paralelo al refuerzo del arsenal ucraniano, Rusia se aferra al plan de su presidente, Vladimir Putin, de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, aliada de Moscú al norte de Ucrania, pese a las críticas.

Así las cosas, la amenaza de un desastre nuclear se cierne desde hace un año sobre este conflicto, especialmente alrededor de la central ucraniana de Zaporiyia, controlada por los rusos desde los compases iniciales de la guerra.

Durante una visita del director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que no era posible garantizar la seguridad alrededor de esa central nuclear.

«Sin la retirada inmediata de las tropas y el personal rusos de la planta nuclear de Zaporiyia y su territorio adyacente, cualquier iniciativa para restaurar la seguridad nuclear está condenada al fracaso», dijo.

El argentino Grossi, que debe visitar esta semana la planta, dijo que se había reunido con Zelenski en la ciudad de Zaporiyia y que reiteró «el apoyo total del OIEA a las instalaciones nucleares de Ucrania».