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El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fue condenado en 2018 a 12 años de prisiónEvaristo Sa / AFP

Brasil

De la cárcel a la presidencia: hace cinco años Lula entró a prisión por una condena de 12 años que no cumplió

El mandatario izquierdista dice haber sido absuelto, cuando en realidad la mayoría de sus casos fueron cerrados y archivados sin llegar a última instancia

el 7 de abril de 2018, el líder del Partido de los Trabajadores y actual presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (PT) entró a prisión por una condena de 12 años por corrupción durante su primer mandato (2003-2011).

Exactamente hace cinco años, Lula estuvo acompañado por su abogado Cristiano Zanin, mientras era llevado a la sede de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba. Ahora Zanin es uno de los nombres que se barajan para asumir una vacante en el Tribunal Supremo Federal.

El político brasileño, referente de la izquierda iberoamericana fue puesto en libertad el 8 de noviembre de 2019, después de 580 días, menos de dos años del total de 12 que debía cumplir.

A pesar de haber sido liberado y elegido Presidente de la República, Lula no fue absuelto de todos los cargos. Lo que decidió el Tribunal Supremo Federal de Brasil fue la devolución de las acciones a la primera instancia de Justicia en jurisdicciones distintas a Curitiba, comandada por el entonces juez federal Sergio Moro, actualmente senador opositor.

En 2018, Moro lo encontró culpable por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales en el caso del triplex Guarujá, investigado por la operación Lava Jato. La pena, previamente establecida por Moro en nueve años y seis meses, fue aumentada en segunda Instancia por un Juzgado Regional Federal a 12 años y 1 mes.

En ese momento, se esperaba que la sentencia de Lula fuera reducida de 4 a 6 años. Sin embargo, en febrero de 2019 llegó la segunda condena contra el político izquierdista por el caso del sitio en Atibaia.

Absuelto sólo en 3 de 10 casos

De acuerdo con el máximo Tribunal de Brasil, la pena sólo podía ser cumplida después de la llamada «solución final e inapelable», es decir, cuando ya no hay más recurso legal.

A pesar de declararse inocente, Lula solo fue absuelto en 3 de los 10 principales casos en los que fue acusado. Las dos únicas condenas, que eran los casos considerados más «avanzados» contra el expresidente, fueron anuladas.

El presidente y fundador del Partido de los Trabajadores fue uno de los principales investigados de la operación Lava Jato, iniciada el 17 de marzo hace ya nueve años.

En el más reciente movimiento del Tribunal Supremo Federal sobre el proceso contra Lula en el caso Lava Jato, el magistrado Ricardo Lewandowski, que se retirará de la Corte el 11 de abril, determinó el «bloqueo» de las últimas cuestiones judiciales pendientes contra el presidente.

Las causas «bloqueadas» estaban relacionados con donaciones y compra de terrenos por parte de la empresa brasileña Odebrecht para el Instituto Lula y la adquisición de 36 aviones de combate suecos por parte del gobierno de la expresidenta y aliada de Lula, Dilma Rousseff.

Después de casi una década de investigaciones policiales, Lula ya no enfrenta ningún proceso y sus exfuncionarios detenidos como resultado de las investigaciones vieron revisadas sus sentencias y abandonaron las prisiones.