Reino Unido
Dominic Raab, viceprimer ministro y mano derecha de Rishi Sunak, dimite por acusaciones de acoso laboral
Los empleados del ministerio de Justicia acusaban a Dominic Raab de comportamientos agresivos, degradantes, y exigentes
Nuevo revés para el primer ministro Rishi Sunak: Dominic Raab, su fiel mano derecha desde hace más de un año, ha dimitido tras ser acusado de bullying por sus empleados.
Raab, que ocupaba el cargo de viceprimer ministro y de Secretario de Estado de Justicia desde octubre de 2022, habría tenido comportamientos agresivos contra el personal del ministerio; llegó a ser descrito como «una bomba de relojería» por funcionarios del departamento. En declaraciones al periódico The Guardian, varios miembros del equipo explicaron que Raab había instaurado «la cultura del miedo» en los pasillos del ministerio. Según estos informantes, era «degradante y exigente», «maleducado y agresivo», abusaba de su autoridad, y tenía ataques de furia.
En vista de las acusaciones, el fiscal Adam Tolley lideró la investigación de ocho quejas formales contra Dominic Raab por acoso laboral. Según las acusaciones, el ministro llevaba comportándose de esta manera desde hace años: la investigación también evaluó su actitud durante los gobiernos de Theresa May y de Boris Johnson, cuando Raab ocupó los cargos de ministro del Brexit, y de secretario de Estado de Asuntos Exteriores, respectivamente.
Aunque Raab negó toda acusación, no pudo defenderse ante el informe final. Tras conocer el resultado de la investigación, que duró cinco meses, el primer ministro Rishi Sunak lamentó lo que se descubrió, ya que «establece un precedente peligroso para la conducta de un buen gobierno».
Tras un día de reflexión, Sunak se reunió con Raab; aunque fuentes del número 10 de Downing Street revelaron a la BBC que el premier «no obligó a Raab a irse», este no tardó en en anunciar su dimisión.
Pero no lo hizo sin quejarse; a través de su cuenta de Twitter, el ahora ex-ministro criticó que la investigación «establecía un listó demasiado bajo para el bullying», que sin lugar a duda «animará a los funcionarios a presentar más quejas contra los ministros, y aterrorizará a aquellos que se están ocupando de liderar el gobierno y al pueblo británico».
«Me siento obligado, por deber, a aceptar el resultado de esta investigación, que negó todas las acusaciones en mi contra salvo dos.Pero considero que las quejas son problemáticas. Primero, porque los ministros deberían poder supervisar directamente los asuntos críticos que afectan a todo el pueblo británico. Y segundo, porque los ministros tendrían que poder criticar y valorar sin tapujos el trabajo de los funcionarios, para alcanzar el nivel que el público espera de nosotros», afirmó Dominic Raab a través de su carta de dimisión.
Sin embargo, según los testimonios de los afectados, los comportamientos de Raab fueron más allá de las críticas y las valoraciones. En marzo, un colega parlamentario del ex-ministro explicó a la BBC que vio como, «en varias ocasiones, Raab hizo llorar a miembros del personal, tras criticar su trabajo».
«Opino que si un colega llora, y al volver al despacho sigue compungido, y eso pasa más de una vez, debemos reconocer que alguien ha salido herido de la interacción», comentó el parlamentario, que afirmó haberse encontrado «incómodo» durante el episodio.
Con las elecciones locales a la vuelta de la esquina, y las generales programadas para enero de 2025, no es de extrañar que el Partido Laborista haya querido hacer campaña de las acusaciones contra Dominic Raab. Dirigiéndose a sus colegas en la Cámara de los Comunes, Angela Rayner, vice de Keir Starmer, pintó una imágen espeluznante de Raab como líder del ministerio de Justicia: «Acechando lleno de amenazas, explotando en ataques de furia, creando una cultura de miedo, y tirando objetos por los aires».