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Violencia en las calles de Jartum, capital de SudánAFP

¿Está el Grupo Wagner detrás del estallido violento en Sudán?

El Grupo Wagner controla las minas de oro de Sudán con las que financia sus operaciones en la guerra de Ucrania

Sudán se ha convertido en un inesperado foco de tensión con el estallido del enfrentamiento entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido.

El conflicto se venía gestando desde hace tiempo por las disputas por el poder tras la caída del régimen islamista de Omar al-Bashir en 2019 tras 30 años en el poder.

En 2021, un golpe de estado encabezado por el jefe del Ejército, Abderfatá al-Burhan, con el apoyo de las Fuerzas de Apoyo Rápido de Mohamed Hamdan Dagalo, echó por tierra toda esperanza de un proceso democratizador.

Ambos líderes del golpe ocuparon los puestos de presidente y vicepresidente del país. Sin embargo, las luchas entre Burhan y Dagalo rompieron paulatinamente todos los lazos entre los dos antiguos aliados.

La gota que colmó el vaso fue la falta de acuerdo sobre la integración en el Ejército sudanés de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

El Grupo Wagner

¿Qué papel juega el Grupo Wagner en un conflicto político de un país del corazón de África? El grupo de mercenarios al servicio del Kremlin fundado por Yevgueni Prigozhin y Dmitri Utkin tiene importantes intereses en Sudán y, en particular, en sus minas de oro.

Sudán forma parte de una red de explotación y saqueo minero del Grupo Wagner en África con minas de oro, diamantes y metales raros en la República Centroafricana o Mali.

Según informó la televisión qatarí Aljazeera, Wagner –controlado en África por Utkin mientras que Prigozhin se centra en Ucrania– controla y saquea numerosas minas de oro de Sudán en connivencia primero con el Ejército sudanés y ahora con las Fuerzas de Apoyo Rápido.

Los beneficios de la explotación de las minas se dedican a financiar las operaciones del Grupo Wagner en la guerra de Ucrania, informa Aljazeera. A cambio, ofrecen su apoyo a Dagalo para que se haga con el poder en Sudán.

Según la televisión qatarí, Wagner llegó a Sudán en 2017 durante el régimen de Omar al-Bashir. El dictador islamista trató de afianzar su tambaleante poder mediante una alianza con la Rusia de Vladimir Putin.

Al-Bashir ofreció Sudán a Rusia como su «puerta de entrada a África» y, a cambio de su apoyo, le cedió la explotación de las minas de oro del país, tercer productor de oro de África.

La empresa rusa M Invest, con vínculos con la corte del Kremlin, desembarcó en Sudán y comenzó a explotar sus recursos mineros por medio de la empresa Meroe Gold creada ex profeso para los intereses mineros rusos en Sudán.

Según Aljazeera, citando al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Meroe Gold era en realidad una tapadera del Grupo Wagner, cuyos mercenarios controlan las explotaciones de oro de Sudán.

Durante las revueltas prodemocracia de 2019 los mercenarios Wagner entraron en el conflicto como fuerza de choque de Al-Bashir.

Pero finalmente, Al-Bashir cayó. Prigozhin desplegó entonces sus armas diplomáticas para tratar de acercarse al nuevo gobierno de Abdel Fattah al-Burhan, pero el nuevo presidente, receloso de los vínculos de Wagner con Al-Bashir, siempre se mantuvo distante con la empresa de mercenarios, aunque no le retiró la explotación minera.

Posteriormente, el Grupo Wagner tomaría partido por las Fuerzas de Apoyo Rápido frente a Al-Burhan.

El objetivo de ese nuevo pacto es, según Samuel Ramadi, autor del libro Rusia en África, consultado por Aljazeera, «crear una ruta de contrabando para el oro desde Sudán a Dubai y luego a Rusia para que puedan financiar las operaciones del Grupo Wagner dentro de Ucrania».

La Unión Europea confirmó esa tesis y reveló que «a través de su afiliación con el Ejército sudanés, el Grupo Wagner se ha asegurado el derecho a extraer oro sudanés y exportarlo a Rusia».

El pacto con las Fuerzas de Apoyo Rápido pretende instalar en Sudán un gobierno más dócil a los objetivos del Kremlin y a las necesidades financieras del Grupo Wagner.

No en vano, el 25 de febrero de 2022, un día después del inicio de la guerra en Ucrania, el líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan Dagalo, viajó a Moscú para afianzar la relación de sus fuerzas paramilitares con el Kremlin y con el Grupo Wagner.