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Aquilino Cayuela

Las concesiones de Turquía a los buques rusos que desesperan a Zelenski

Turquía autoriza el paso de buques militares rusos e impide el acceso de unidades de la OTAN en los estrechos del Bósforo, el mar de Mármara y los Dardanelos

A partir de 1930, la situación geopolítica del Mediterráneo se alteró por el expansionismo italiano, bajo Mussolini, que controlaba las islas del Dodecaneso frente a la costa turca. Por eso, en 1935, el gobierno de Turquía emitió una nota diplomática dirigida a los firmantes del Tratado de Lausana proponiéndoles que debían abordar un nuevo régimen para los estrechos del Bósforo, el mar de Mármara y los Dardanelos. Turquía pidió a la Sociedad de Naciones la autorización para reconstruir sus fortificaciones abandonadas desde el fin de la Gran Guerra.

La respuesta fue favorable y se concretó en un acuerdo internacional, firmado en Montreux (Suiza) el 20 de julio de 1936, poniendo fin a la zona desmilitarizada en las riberas del Bósforo que se estableció tras el «Armisticio de Mudros» (1918) al finalizar la Primera Guerra Mundial.

Mapa del canal de EstambulFESEI

Esta «Convención de Montreux» propició que el Reino Unido otorgase a Turquía la soberanía sobre los estrechos del Bósforo y los Dardanelos y en ella se regula el tránsito de buques de guerra de otros países, a cambio de garantizar el libre tránsito de buques civiles durante los tiempos de paz. La Convención está en vigor hasta el día de hoy, con algunas enmiendas y cerró la «Cuestión de los Estrechos» que desde el siglo XIX discutía «quién» debía controlar este paso estratégico entre el mar Negro y el Mediterráneo oriental.

En su el artículo 12 estipula que los países ribereños tienen permitida la navegación de submarinos a través de los estrechos, bajo la condición de notificación previa y siempre y cuando el tránsito se deba a su recepción por compra y construcción o por reparación fuera del Mar Negro. La existencia de estas restricciones menos laxas a países ribereños se interpretó, en su día, como una concesión a la Unión Soviética, el único país además de Turquía con un número significativo de buques de guerra con gran desplazamiento y submarinos.

Los límites referentes al desplazamiento de los buques de guerra, que se especifican en su artículo 14, se aplican a los países no ribereños e imposibilita de hecho la posibilidad de que portaaviones modernos puedan cruzar los estrechos. Pero, sin embargo, los buques militares de Rusia gozan de menos limitaciones, según el acuerdo. En todos los casos sí establece límites de tonelaje (15.000 toneladas).

Tras la Segunda Guerra Mundial, entre 1945 y 1946, la URSS volvió a discutir los términos de la Convención demandando la creación de una nueva conferencia internacional para establecer una presencia militar permanente y un control conjunto de los Estrechos. Esta petición fue rechazada del todo por Turquía. Pero la Armada Soviética se aprovechó de las restricciones que la Convención contempla, en cuanto a buques de guerra que se encuentran en tránsito simultáneamente, manteniendo constantemente algún navío soviético en los estrechos, para impedir que, al margen de Turquía, otras naciones pudiesen transitar por allí. Esto desembocó en la llamada «Crisis de los Estrechos Turcos y Caicos» (1946-1952) que propició el acercamiento de Turquía a Occidente y su entrada en la OTAN.

En 1947 Turquía comenzó a recibir ayuda militar y económica de los Estados Unidos bajo la Doctrina Truman e ingresó en la OTAN junto a Grecia, en 1952, un años antes de la muerte de Stalin. En 1994, Turquía aprobó las «Regulaciones del Tráfico Marítimo para los Estrechos Turcos y la Región del Mármara» que introdujo un nuevo régimen de regulación, pero sin alterar sustancialmente la libertad de tránsito contemplada en la «Convención de Montreux». Regulaciones que fueron revisadas en 1998 para satisfacer demandas de Rusia.

Desde el conflicto de Ucrania el gobierno de Zelensky ha solicitado reiteradamente a Turquía que cerrara los estrechos para los buques militares rusos

Desde el conflicto de Ucrania el gobierno de Zelensky ha solicitado reiteradamente a Turquía que cerrara los estrechos para los buques militares rusos en virtud de esta Convención, incluso agradeció al gobierno de Erdogan haberlo hecho así, algo que Turquía se apresuró en negar.

El artículo 19 de la Convención de Montreux regula el caso de los buques de guerra, cuando Turquía no es beligerante, donde los buques de guerra disfrutan de lo estipulado en los artículos 10 al 18 (que establecen la obligación de «notificación, limitación del tonelaje y tipo de buque» como condiciones previas para el paso por los estrechos.

El artículo 19, párrafo 2, deniega el paso en el caso de buques de guerra pertenecientes a las naciones beligerantes excepto cuando regresen a sus bases de origen.

Turquía ha condenado la invasión de Rusia a Ucrania y ha cumplido sus responsabilidades como miembro de la ONU, la OTAN y con la UE, aunque aún no sea miembro del bloque, pero ha mantenido una ambivalencia clara considerando que, «mientras no sea beligerante o corra riesgo de serlo», tiene la obligación de autorizar el paso de navíos militares rusos en caso de regreso a su base. Así mismo, mantiene su obligación de impedir el acceso de unidades de la OTAN que no cumplan las condiciones de la «Convención de Montreux» y mucho menos a países no ribereños.

Turquía tiene la llave del Bósforo y ha mantenido un equilibrio geoestratégico, muy ventajoso para ellos, al evitar la confrontación con Rusia. Hasta ahora no ha debido activar ninguna medida. Rusia, también se ha visto beneficiada por este tratado, porque no ha necesitado solicitar el paso de ninguna de sus unidades navales.

Para Turquía, la «Convención de Montreux» le ofrece un interés estratégico fundamental.