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Hught Elliot, embajador de Reino Unido en España

Hught Elliot, embajador de Reino Unido en España

Brexit

Reino Unido apartó al embajador en España de las negociaciones sobre Gibraltar, según el 'Telegraph'

El exministro ha aclarado que los cambios introducidos no implicaron perjuicio a largo plazo

El exministro británico Dominic Raab, que se vio obligado a dimitir ayer tras ser acusado de acoso laboral, apartó durante su etapa en Exteriores al embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliot, de las negociaciones sobre Gibraltar, según publica el diario británico The Telegraph.

Raab, que publicó el viernes una tribuna en el diario dando su versión de los hechos, reveló que un «alto diplomático» se había excedido y que hizo «cambios de personal» en un momento clave de las negociaciones con España. «Descubrí que un negociador clave se había excedido en el mandato democrático fijado por el Gobierno, poniendo en riesgo la soberanía de Reino Unido», afirmó.

Raab convocó al embajador de Reino Unido en España, Hugh Elliot en noviembre de 2020, para una reunión que habría sido clave para la queja posterior. El embajador siguió en su puesto –continúa siendo a día de hoy el representante diplomático de Reino Unido en España–, pero apartado de las negociaciones, a las que se incorporó Simon Manley, antiguo embajador en Madrid.

Los cambios también afectaron al Ministerio de Exteriores, con una nueva persona al cargo de la oficina que supervisaba directamente las conversaciones relativas a Gibraltar. Al presentar su dimisión, en su carta pública al primer ministro, Rishi Sunak, Raab subrayó que un alto cargo debe poder ser crítico con sus subalternos y ejercer una «supervisión directa» cuando hay situaciones relevantes, como ocurrió en su caso «en las negociaciones del Brexit sobre Gibraltar».

Pese a la polémica, el exministro aclaró que los cambios introducidos no implicaron perjuicio a largo plazo y, de hecho, considera que fue «esencial» para que se firmase el conocido como Acuerdo de Nochevieja, que el 31 de diciembre de 2020 estableció un primer marco regulador en torno a Gibraltar apenas unas horas antes de que venciese el plazo fijado por el Brexit.

La dimisión de Raab se produjo tras una llamada telefónica de 25 minutos con Sunak el viernes por la mañana. El primer ministro británico había dudado sobre conveniencia de destituir a su adjunto, pero finalmente reconoció que las conclusiones de la fiscalía señalaban que el viceprimer ministro había infringido el código ministerial.

Compañeros del entorno de Raab le describieron como «una bomba de relojería». En vista de las acusaciones, el fiscal Adam Tolley lideró la investigación de ocho quejas formales contra el político por acoso laboral. Los testimonios mostraron que el ministro llevaba comportándose de esta manera desde hace años.

A pesar de los testigos, Raab niega todo y defendió, ante la cadena británica BBC, que se trataba de unos «pocos funcionarios muy activistas, a los que no les gustan algunas de las reformas, ya sea Brexit, ya sea la reforma de la libertad condicional, ya sea la reforma de los derechos humanos, tratando efectivamente de bloquear al gobierno. Eso no está bien. Eso no es democrático».

Unas declaraciones que han abierto una nueva discusión entre algunos diputados conservadores, que expresaron su apoyo a Raab, planteándose si el listón para el comportamiento intimidatorio estaba demasiado bajo y advirtiendo de que los funcionarios no deberían poder elegir a los ministros del Gabinete.

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