Miguel Henrique Otero: «Los hispanoamericanos que votamos en las elecciones en España no queremos otra Venezuela»

Miguel Henrique Otero es un superviviente de la dictadura bolivariana de Venezuela y uno de los 500.000 venezolanos que ahora residen en España. El veterano periodista, presidente editor del diario El Nacional, sufrió en carne propia la represión y la persecución de Nicolas Maduro.

En 2015, el régimen chavista demandó a Otero por difamación y en 2018 expropió las instalaciones y equipos en Caracas obligando a sus trabajadores al exilio y la clandestinidad. A pesar de todo, El Nacional, sigue funcionando en versión digital y este año cumplirá 80 años de andadura.

Ahora exiliado en Madrid, Otero lo tiene claro, la democracia en España está en peligro, insta a todos a votar en las próximas elecciones para evitar que la izquierda totalitaria destruya el país y observa: «Los hispanoamericanos que votamos en las elecciones en España no queremos otra Venezuela».

–¿Por qué son tan importantes para usted las próximas elecciones en España?

–Lo son porque la alianza que tiene el PSOE con Podemos, el PSOE de Pedro Sánchez, que no es el PSOE que históricamente conocemos, va dirigida, en cierto sentido, a formar lo que el Foro de Sao Paulo ha construido en Iberoamérica. Tiene visos de radicalismo y voluntad de aprovechar el poder para imponer legislaciones que son totalmente antagónicas con los principios democráticos.

–Se refiere a...

–A que han formado una alianza con los separatistas y los vascos que apoyan a ETA y llevan a España a un camino contrario al progreso, al desarrollo y a la democracia.

Es un peligro lo que está sucediendo y es un peligro que las próximas elecciones puedan cambiar el destino de este país. Estos comicios no son una simple elección de un partido que cambia por otro, sino que se trata de un intento de cambio estructural en España y tenemos que ver cómo se detiene.

–¿Establece algún paralelismo entre el camino autoritario recorrido en Venezuela con el actual escenario en España?

–Hay indicios de autoritarismo en el sentido de que hay apropiación por parte de la coalición de Gobierno de los pilares fundamentales de la democracia. Es un tema que tiene que ver con la separación de poderes, el sistema judicial, la libertad de expresión, la libre empresa y las libertades en general.

Este Gobierno, de alguna manera, está socavando esos valores y se acerca, como se acercaban en distintas medidas en Hispanoamérica, a un sistema que no es el sistema democrático, que no es el sistema que los españoles pactaron en el 78. Es un sistema totalmente distinto de concepción de país, de política y de Estado que va en contra de los valores fundamentales de la democracia.

–Millones de venezolanos han tenido que huir de Venezuela y miles están aquí en España. ¿Cómo se puede transmitir esa experiencia para no repetir el mismo error?

–El discurso de la derecha en Hispanoamérica no ha logrado conectar. Los electores están votando por unos sistemas que se parecen a lo que tenemos en Venezuela, están votando por los partidos del Foro Sao Paulo.

Hay un discurso que no penetra, que tiene fallos que tienen que ver con un elemento de cultura política que hay que tratar de revertir para que el discurso de la izquierda no siga penetrando en España.

No sólo se trata de los venezolanos, son los colombianos, peruanos, ecuatorianos, etc. que sumados a los 500.000 venezolanos deben ser 3 millones de personas en España.

–¿Cómo se podría mejorar ese mensaje para que llegue con efectividad?

–El mensaje que hay que darle a toda esta población es que vean lo que está pasando en Venezuela, en Nicaragua y lo que puede ir sucediendo poco a poco en los demás países en relación a estos populismos de izquierda que violentan los pilares de la democracia creando unos sistemas que al final terminan siendo autoritarios y destruyen los países.

No solo se trata de la defensa del sistema democrático, que lo es, sino también la defensa de los valores de la familia, la seguridad y las oportunidades

Hay que buscar la manera de que la gente nos entienda. Esto no solo se trata de la defensa del sistema democrático, que lo es, sino también de la defensa de los valores de la familia, la seguridad, las oportunidades y el tema migratorio que es relevante para la población hispana.

En el tema de la familia, por ejemplo, las legislaciones que están promoviendo los partidos de izquierda van contra el núcleo familiar y promueven elementos que son distintos a la cultura que tienen los hispanos.

Por otro lado, en el caso de los venezolanos, el tema de la seguridad es algo vital porque venimos de un clima de absoluta inseguridad y con la sensación de que a cada momento te puede pasar algo. Aquí es como un paraíso en cuanto a seguridad, pero este Gobierno debilita el marco legal de la seguridad ciudadana y hace que la gente se no se sienta protegida.

Y en el tema de las oportunidades, en cuanto a la libre empresa y las iniciativas individuales, cada día es peor con este Gobierno. Tiene un sistema fiscal que, en cierto sentido, es confiscatorio.

–En este contexto, ¿cuál es el mensaje para la comunidad hispana en España?

–Que agradezca a esta democracia que los recibe y vayan a votar. Es un acto importante desde el punto de vista cívico. Creo que hay que hacerlo por quienes nos sentimos identificados, por aquellos que defienden los valores que mencionaba. No pasa por continuar con el Gobierno que hay actualmente, tiene que haber un cambio hacia otro Gobierno. La gente tiene que decidir el voto en función de sus valores.

Engañaron al país y cambiaron los valores hasta llevarnos a un desastre

En el caso de Venezuela, la gente dejó de pensar en sus valores y se instauró un régimen que fue volteando la tortilla a todos los valores que tenían los venezolanos. Engañaron al país y cambiaron los valores hasta llevarnos a un desastre.

Entonces, los valores son muy importantes y cuando tú ves a un Gobierno que empieza a flaquear en sus valores, empieza a vender propuestas distintas a los valores usuales del mundo Occidental, un mundo moderno y cristiano, entonces hay que pensar bien si vale la pena respaldar que sigan gobernando.