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426 días de guerra en Ucrania

Xi Jinping habla con Zelenski por teléfono y le pide que negocie con Putin el final de la invasión rusa

El presidente chino ha anunciado que enviará a Ucrania «un representante especial del Gobierno chino» para buscar una solución a la guerra

El presidente de China, Xi Jinping, ha cumplido su promesa y se ha puesto en contacto con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para insistir en su plan de paz de 12 puntos, según han adelantado los medios chinos.

Xi ha representado su papel de pacificador y le ha reiterado al presidente ucraniano que «la negociación» es la única salida al conflicto. Asimismo, ha asegurado que enviará a «un representante especial del Gobierno chino» para mantener un encuentro con el presidente ucraniano.

Zelenski ha confirmado la noticia a través de su cuenta de Twitter, donde ha señalado que ha mantenido «una larga y significativa conversación telefónica» con el líder chino.

«Creo que esta llamada, así como el nombramiento del embajador de Ucrania en China, darán un fuerte impulso al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales», ha aseverado el presidente ucraniano.

El gigante asiático se está perfilando como un actor relevante en las relaciones internacionales. Lejos queda ya la época de una China introvertida, únicamente preocupada por lo que ocurre de puertas para dentro. Pekín ha desarrollado al máximo su músculo económico y ya se ve con el suficiente peso como para influir en la esfera mundial.

China sorprendió con la mediación entre Irán y Arabia Saudí. Las dos grandes potencias religiosas de la región –chií y suní– anunciaron el pasado mes de marzo que retomaban unas relaciones rotas desde 2016. Doble sorpresa fue el papel que jugó el presidente chino en el acuerdo.

La guerra de Ucrania, el gran conflicto que asola a Europa, es otro gran desafío para Xi. El presidente chino viajó a Moscú para reunirse con su homólogo y amigo, Vladimir Putin, y presentar su ambiguo plan de paz de 12 puntos, con motivo del primer aniversario de la invasión rusa del país europeo.

Una hoja de ruta donde hace hincapié en el respeto de la soberanía territorial de los países, pero no menciona la retirada de las tropas rusas de territorio ucraniano.

Una efeméride que el gigante asiático utilizó para reforzar su posición de «pacificador». Xi, es cierto, posee una posición privilegiada ya que desde su, presunta «neutralidad y no injerencia en asuntos internos», mantiene una estrecha relación con Putin, pero siempre tendiendo la mano a Zelenski.

Pekín, sin embargo, ha mostrado la patita. Un pequeño-gran desliz del embajador chino en Francia ha desvelado la verdadera política china en Europa, sobre todo, en lo que respecta a los países bálticos y repúblicas exsoviéticas.

Lu Shaye, durante una entrevista en la cadena de televisión francesa LCI, afirmó que los «países ex soviéticos no tienen el estatus efectivo en el derecho internacional». En definitiva, cuestionó la soberanía de múltiples países, entre ellos, Ucrania.

Unas palabras que fueron matizas por la portavoz de Exteriores china, Mao Ning, que subrayó que el gigante asiático «respeta la soberanía e integridad territorial de todos los países». Mientras mantiene una fuerte presencia militar en torno a Taiwán y no duda en amenazar a cualquiera que preste apoyo a la isla.

Pekín intensifica su ofensiva diplomática que deja en un muy mal lugar a Europa y Estados Unidos, que se convierten en meros observadores de la esfera internacional.