Entrevista a Emilio Morales, economista cubano (II)
«El régimen cubano se está quebrando internamente»
Emilio Morales, socio director de The Havana Consulting Group, afirma en El Debate que los próximos 24 meses serán clave para el futuro de Cuba
Emilio Morales salió definitivamente de Cuba en 2007, si bien mantiene contactos con personas de las entrañas del régimen y de la situación económica catastrófica por la que atraviesa. La mejor muestra es la desconfianza que genera Cuba en ámbitos empresariales y financieros.
–Cada vez será más difícil convencer a inversores internacionales de que vuelvan a confiar en Cuba.
–La única manera de lograr que vuelvan a confiar es hacer un cambio de sistema. Con el sistema actual, eso no se va a lograr. Si hay un cambio de sistema, se dará la oportunidad para que ese Gobierno de transición sea el que diga: «Ok, vamos a arreglar esto, vamos a darle la oportunidad a esas personas que la confiscaron a que den permiso y que de alguna manera se vean resarcidos».
–¿De qué manera?
–Anualmente, con un pequeño esfuerzo de todos los que partieron y abriendo la puerta a la inversión. Creo que por ahí viene la reconstrucción de Cuba en el futuro.
–La Cuba del presente: ¿Manda Miguel Díaz-Canel?
–No manda: es un títere, un títere que ellos usan; los que mandan son los Castro, no le quepa ninguna duda.
–¿Los hijos de Raúl más que los de Fidel?
–Yo creo que sí. Raúl se tomó el trabajo de sacar del juego a todo ese personal que respondió a Fidel en todas las esferas del país, en la política, en el partido, en el Ejército, en todo. Los ha ido desplazando. De hecho, la primera medida, antes incluso de asumir el poder, consistió en quitar a (Felipe) Pérez Roque, a (Carlos) Lage...
–¿Hoy existe, aunque no se exhiba, lo que se podría llamar un «Gorbachev cubano»? ¿Empieza a haber disensiones en el seno del Partido Comunista?
–En este momento hay una lucha por el poder.
–¿Quiénes luchan?
–La nueva burocracia ascendente, que no tiene ningún poder económico, pero tiene mucha ambición política. Están el Ejército, los generales, que no tienen poder económico, pero que tienen fuerzas a su mando. Están, asimismo, los ultraconservadores del Partido y está la oligarquía que controla el país. Todos están hablando. A ver qué pasa.
–¿Hay, entre esas facciones, alguna que tenga intenciones mínimamente reformistas?
–Sí, yo creo que sí. Las hay dentro de cada una de ellas. Lo que ocurre es que está la cúpula longeva que todavía controla y no ha desaparecido. Yo creo que eso pasará, o cuando desaparezca o cuando ellos vean: no hay solución económica posible para mantener lo que hay, tiene que estar al doblar de la esquina.
–¿Se dan las condiciones para un estallido como el del 11 de julio de 2021?
–Ahora mismo puede ocurrir un nuevo 11 de julio en cualquier momento.
La juventud no quiere saber nada de comunismo. Hay una gran decepción
Las condiciones están dadas; incluso han desertado muchos tipos que trabajan para la contrainteligencia del país, esos que se encargan de reprimir, de vigilar, etcétera, que tuvieron un rol después del 11 de julio. Es una señal de que el régimen se está quebrando internamente.
–¿El Partido Comunista?
–Es incapaz de acoger a nuevos militantes. La juventud no quiere saber nada de comunismo. Hay una gran decepción entre los viejos militantes que alguna vez creyeron en el sistema: he hablado con muchos de ellos. Están esperando que algo pase.
–¿De dónde podría venir ese «que algo pase»?
–De las Fuerzas Armadas que no están vinculadas a esa oligarquía, que son muy pocos. O de una sublevación más fuerte que la del 11 de julio y que una facción de las Fuerzas Armadas acompañe en vez de reprimir.
–De momento, la represión no cesa.
–No, ellos están evitando, tratando de evitar cualquier chispa que salga. Ellos la apagan rápido. Están jugando a eso. Ahora viene el verano y ya los apagones están empezando a apreciar la escasez continua de medicamentos y de comida. La inflación ha subido. Hoy en día un dólar son 200 pesos, El salario medio de Cuba son 3.300 pesos. Un cartón de huevos, por ejemplo, en el 2020 costaba 400 pesos cubanos. En el 2021, 1.000 pesos. Te compras un cartón de huevos. Una libra de azúcar cuesta 200 pesos. Los salarios solo alcanzan un par de días.
–¿Algún plazo para que se cumplan esas condiciones? ¿O es muy arriesgado?
–Es arriesgado dar un plazo, pero yo diría que los próximos 24 meses van a ser claves por muchas razones. Yo no veo en el horizonte una solución financiera, que lo saque a ellos de este hueco financiero que tienen producto de su propia incompetencia. Han perdido en los últimos nueve años el 70 % de sus ingresos. Y no veo manera de que eso se pueda recuperar.
–Sin embargo, el apoyo político ruso y chino es una baza para el régimen.
–Pero eso no alimenta las bocas de la gente. Ahí es donde está el problema.
–Mas permite controlar la represión.
–Hasta un punto, porque los que reprimen en nombre de los Castro también están pasando hambre. Entonces, cuando llega un momento en que hasta el que da palo pasa hambre, no puede funcionar.