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Kosta Kecmanović, autor del tiroteo de Belgrado, custodiado por la policíaAFP

El asesino de Belgrado: un menor con acceso a armas de guerra que quería asesinar a toda su clase

El asesino, un menor de 13 años, elaboró una lista con todos los compañeros de clase a los que quería asesinar. Mató a ocho niños y al vigilante del colegio

Primero disparó contra el vigilante del colegio, que intentó interponerse en su camino. Una vez muerto, disparó a tres niñas en un pasillo del centro escolar. Luego abrió fuego contra su profesora y contra los compañeros de su clase.

En total, en esta jornada trágica en Belgrado, capital de Serbia, murieron ocho niños y el vigilante del colegio. La profesora y otros seis niños han sido trasladados al hospital con heridas muy graves en abdomen, cabeza y extremidades.

El tiroteo tuvo lugar a las 8:40 de la mañana en la escuela primaria del distrito Vladislav Ribnikar de Belgrado. Kosta Kecmanović, el tirador, es un alumno de la escuela de 13 años. Al ser menor, no puede ser juzgado penalmente.

Para cometer el asesinato múltiple empleó dos pistolas de su padre, una de ellas, una Zastava CZ 99, un arma empleada durante las guerras de Bosnia y de Kosovo. Además, llevaba preparados dos cócteles molotov que no empleó. Llegó a hacer hasta 57 rondas de disparos.

Según el jefe de la policía de Belgrado, Veselin Milic, el asesino lo había planeado todo meticulosamente con un mes de anticipación.

El asesino redactó una lista con los nombres de sus compañeros de clase a los que quería matar

Incluso tenía una lista redactada con 16 nombres de quienes quería asesinar. Algunos estaban tachados. Todos estaban clasificados según objetivos prioritarios y secundarios.

«Tenía los nombres de los niños a los que quería matar y las clases donde estaban», informó el jefe de policía. Todos los niños muertos estaban en la lista.

Serbia está en estado de shock. Los tiroteos masivos son muy excepcionales en el país balcánico. Los controles de adquisición de armas son muy estrictos.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, definió el tiroteo como «el día más difícil en la historia moderna de nuestro país» y anunció que se restringirá aún más el acceso a las armas, empezando por una moratoria inmediata a la concesión de nuevas licencias de armas.

Tras el tiroteo, Kecmanović se entregó voluntariamente a la policía. De hecho, él mismo llamó al teléfono de emergencias para informar de lo que había hecho. Luego se sentó en el patio de la escuela a la espera de ser arrestado.

Ha sido internado en una institución psiquiátrica, mientras que tanto su padre como su madre han sido detenidos. El presidente Vucic reveló que el asesino «no sabe lo que hizo ni muestra arrepentimiento».

En este momento, se trata de averiguar el motivo que le llevó a disparar contra sus compañeros. Algunos alumnos afirman que «se burlaban de él» en el colegio. Otros declararon que «se sentía rechazado» y que estaba obsesionado con «querer demostrar de lo que era capaz».

Ninguna de esas explicaciones justifica por sí mismas el crimen múltiple. La investigación sigue su curso.

Poco a poco, van trascendiendo nuevos datos sobre el joven asesino y van surgiendo también nuevas preguntas.

En un comunicado de la fiscalía se explica que «el padre tenía varias armas cerradas bajo llave en una caja fuerte con un código. Obviamente, el chico tenía el código y pudo hacerse con las dos pistolas y tres cargadores con 15 balas cada uno».

La policía también reveló que el padre había acudido en varias ocasiones con su hijo a disparar a un campo de tiro. Según el diario Blic, la última vez que disparó fue hace un mes. Empleó una «zbrovikovka» de 9 milímetros y una pistola de pequeño calibre. Habría sido en esa época cuando comenzó a planear la masacre.

A priori, Kosta Kecmanović no parecía un alumno problemático. El mismo presidente Vucic señaló en una comparecencia que era un buen alumno y que recientemente había solicitado un cambio de clase para asistir junto con tres amigos.

No pertenecía a una familia desestructurada. Su padre era un conocido radiólogo y su madre profesora de microbiología.

Niñas ensangrentadas

En declaraciones a Reuters, una niña de 14 años que logró escapar a la masacre narra su experiencia: «Escuché explosiones y pensé que algunos niños estaban lanzando petardos. Luego vi al guardia tirado en el suelo y escapé».

También ella expresa su sorpresa por el asesinato: «Era silencioso, pero parecía agradable y sacaba buenas notas. Nunca pensé que esto pudiera pasar».

Otros supervivientes aseguraron que Kecmanović primero disparó contra el maestro, y luego de forma indiscriminada contra los menores. «Vi a dos niñas ensangrentadas», explica a Reuters un niño superviviente.

El asesinato múltiple de la escuela de Belgrado ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de los cientos de miles de armas desaparecidas en Serbia tras las guerras yugoslavas de los años 90 del siglo XX.

Con casi 7 millones de habitantes, Serbia es el quinto país del mundo con mayor posesión de armas entre la población civil. Existen en el país más de 2.700.000 armas de fuego de propiedad privada, y solo el 44 % están oficialmente registradas, señala un informe de 2018 de Small Arms Survey citado por la CNN.