Coronación Carlos III
La coronación de Carlos III, ensombrecida por la asistencia del vicepresidente de China
Londres se prepara con esmero para la coronación del Rey Carlos III, pero una sombra amarga la ilusión: la asistencia de un alto cargo del Gobierno chino ha enfurecido a los británicos, que consideran que no tendría que haber sido invitado. Se trata de Hang Zheng, vicepresidente de Xi Jinping, y figura clave en la represión de Hong Kong.
Pekín ya confirmó la asistencia de su vicepresidente, y el Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha organizado una reunión entre Hang Zheng y James Cleverly. Se trata, según afirmó este último, de un esfuerzo británico para construir una relación «robusta» con China.
La decisión de invitar a Hang Zheng a la coronación no tardó en provocar revuelo. Lord Patten, que ocupó el cargo de último Comandante en Jefe y Gobernador Británico de Hong Kong desde 1992 hasta 1997, criticó la idea: afirmó que, al nominar a Han como su representante en Londres, China demostraba «que Reino Unido le importa un bledo».
Por su parte, el antiguo líder del Partido Conservador, Sir Iain Duncan Smith, responsabilizó a Han de «destrozar» el acuerdo de Hong Kong entre China y Reino Unido, porque bajo su supervisión se disminuyeron muchas de las libertades del país.
Aunque actualmente es la mano derecha de Xi Jinping, Han lideró las operaciones políticas en Hong Kong entre 2018 y marzo de 2023.
Supervisó la represión de Pekín sobre las libertades civiles en el territorio, y capitaneó iniciativas como la Ley de Seguridad Nacional, que redujo la autonomía de la ciudad y otorgó a las autoridades más poder para castigar la disidencia. Bajo su liderazgo, Hong Kong se incendió con protestas y manifestaciones en masa.
La situación enfrió las relaciones diplomáticas entre China y Reino Unido. Y según Lord Patten, la idea de Xi Jinping de mandar a Han a la coronación refleja su desdeño hacia los británicos.
Prefieren mandarnos al tipo que rompió sus promesas respecto a Hong KongLord Patten
«Demuestra que da igual que nos arrastremos ante China, o que intentemos quedar bien con ellos. A ellos les importa un bledo quedar bien con nosotros, porque podrían haber enviado a cualquier otra persona. Prefieren mandarnos al tipo que rompió sus promesas respecto a Hong Kong», criticó Lord Patten.
«Si no ha sido aposta, indica lo poco que les importamos. Da igual que nos esforcemos por acomodar sus narrativas políticas, les damos igual», agregó Patten.
Otros opinan que China está aprovechando la coronación para su propia estrategia política. «Es, claramente, una decisión calculada por parte del Gobierno Comunista chino. Mandan al arquitecto de la opresión en Hong Kong a uno de nuestros eventos de mayor perfil. Han nunca tendría que haber sido invitado.
Una de las mejores democracias del mundo corre el riesgo de ser engañada por uno de los peores regímenes totalitarios del mundo», lamentó Tim Loughton, antiguo ministro Conservador.
Supervisión china en la coronación
En paralelo, el tabloide Daily Mail reveló que el involucramiento de China en la coronación de Carlos III va más allá de un paso en falso diplomático. Para garantizar la seguridad de los asistentes, la ruta de la coronación se ha sembrado de cámaras de vigilancia chinas.
38 dispositivos de reconocimiento facial Hikvision han sido colocados desde Buckingham Palace hasta Trafalgar Square, para espiar a las multitudes y cerciorarse de que todo está bajo control. Es una decisión controvertida, por su significado político: Hikvision está al servicio de las fuerzas militares chinas, y, según el Daily Mail, ministros británicos afirman que hay varias de sus cámaras en los campamentos para Uigures de la provincia de Xinjiang.
El gobierno de Estados Unidos tiene vetada a esa compañía de todas sus agencias federales, y el pasado noviembre, Oliver Dowden, canciller del condado de Lancaster, ordenó que todos los ministerios retirasen las cámaras de Hikvision por motivos de seguridad.