La primer ministro, Giorgia Meloni
Italia
Giorgia Meloni exige a Francia respeto para su Gobierno
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se dirigió a su homólogo francés para que presente disculpas por descalificar a la primera ministra y su política de lucha contra la emigración ilegal
El gobierno de Giorgia Meloni no está para soportar ofensas o agravios gratuitos. El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, exigió disculpas públicas al ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, por las duras críticas a la política migratoria de la primera ministra ultraderechista Giorgia Meloni.
Darmanin afirmó en una entrevista radiofónica que Meloni era «incapaz de resolver los problemas migratorios», desatando una nueva crisis diplomática bilateral sobre ese tema.
«Es un insulto gratuito y vulgar dirigido a un país amigo, aliado» y «cuando alguien ofende gratuitamente a otra persona, lo mínimo es que se disculpe», dijo Tajani en una entrevista publicada este viernes por diario Il Corriere della Sera.
El canciller italiano canceló el jueves su primera visita a París, donde tenía previsto reunirse con su homóloga, Catherine Colonna.
En un intento de aliviar las tensiones, Colonna publicó un mensaje en italiano en Twitter, en el que asegura que «la relación entre Italia y Francia se basa en el respeto mutuo entre ambos países y sus líderes» y habló con Tajani.
El Ministerio del Interior francés, preguntado por Afp, rehusó comentar la exigencia italiana de disculpas.
No es la primera vez que el gobierno del presidente Emmanuel Macron (centro) choca con Italia por el tema migratorio.
En noviembre, las relaciones se crisparon cuando el gobierno de Meloni, que había asumido el poder poco antes, se negó a autorizar el desembarco de una nave humanitaria de la oenegé SOS Méditerranée con más de 200 migrantes a bordo, por lo que tuvo que ser recibida por Francia en Toulon (sur).
El episodio irritó a París, que convocó una reunión europea para que ese caso inédito no se volviera a repetir.
Las relaciones bilaterales mejoraron luego y en marzo hubo una reunión de Macron con Meloni en Bruselas.
Sin embargo, las llegadas a Italia de migrantes irregulares en barcazas procedentes del norte de África se incrementaron en los últimos meses.
Según el Ministerio del Interior italiano, en lo que va de año llegaron a Italia más de 42.000 personas por el Mediterráneo, en comparación con las cerca de 11.000 que lo hicieron durante el mismo período en 2022.
«Italia es un socio clave de Francia», declaró este viernes la primera ministra francesa, Élisabeth Borne. «Nuestra relación está basada en el respeto mutuo y privilegiaremos la concertación y un diálogo sereno para seguir trabajando juntos», señaló ante la prensa.
Horas antes, el portavoz del gobierno galo, Olivier Véran, también intentó apaciguar los ánimos, al recalcar que «no ha habido ninguna voluntad por parte del ministro del Interior de condenar a Italia al ostracismo».
«Las declaraciones del portavoz del gobierno francés van en la dirección de quienes han entendido que han cometido un grave error, que han ofendido al gobierno italiano», reaccionó el canciller italiano en la cadena de noticias RaiNews24.
«No somos un gobierno de extrema derecha. Se pueden ahorrar algunos tonos y espero que sean sólo las palabras de un ministro en campaña electoral. No tenemos ningún deseo de interrumpir las relaciones con Francia», añadió.
Frente a las fricciones entre dos países importantes de la Unión Europea, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, instó a encarar el fenómeno de los flujos migratorios «con el máximo de unidad» al considerarlo un «problema común».
«Estoy seguro de que estas dificultades se van a superar», afirmó al margen de una reunión en Florencia, en el centro de Italia.
La prensa italiana dedica amplio espacio a las tensiones entre los dos países. El diario La Repubblica, de centroizquierda, se refiere a «la bofetada de París», mientras que La Stampa recordó que «la lucha contra la inmigración ilegal fue el caballito de batalla de Meloni durante la campaña electoral» en 2022.
«Prometió el bloqueo naval (...) pero tan pronto entró a Palacio Chigi, sede del gobierno, se dio cuenta de que el proyecto no era realizable. Y los franceses se arrepintieron de haberle creído», sostuvo el diario.
