Rusia dice haber «aplastado» a los combatientes infiltrados en Belgorod

El invasor, invadido. Rusia ha probado de su propia medicina y ha observado impertérrito cómo un grupo de partisanos rusos proucranianos entraron en la provincia de Belgorod, aparentemente sin mayor complicación, creando el caos entre los vecinos de los pueblos aledaños.

Carros de combate ucranianos cruzaron la frontera entre Ucrania y Rusia, a través del puesto fronterizo de Graivoronski y, tras neutralizar a los guardias rusos, entraron en Belgorod, dejando al descubierto las debilidades en las defensas del Kremlin.

Hasta ahora, los partisanos se habían mantenido en territorio ruso, burlando a las autoridades del país. Tras un intenso día, Rusia ha reivindicado que «aplastó» con su fuerza aérea y su artillería a «los insurgentes», en la incursión de mayor gravedad en su territorio desde el inicio del conflicto.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó en un comunicado que «en la operación antiterrorista, las formaciones nacionalistas —ucranianas– fueron bloqueadas y aplastadas por bombardeos aéreos y fuego de artillería».

«El resto de los nacionalistas fueron repelidos al territorio de Ucrania, donde los bombardeos [...] continuaron hasta su eliminación total», agregó el ministerio, que afirmó que «más de 70 terroristas ucranianos» fueron abatidos.

Ucrania, sin embargo, se desvincula del ataque. «No libramos ninguna guerra en territorios extranjeros», aseguró la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, aludiendo a una «crisis interna rusa».

Pero a modo de ironía y rememorando la técnica del Kremlin durante la invasión de la península de Crimea en 2014, cuando Rusia negó su implicación en la ofensiva. El asesor de la presidencia de Ucrania, Myjailo Podolyak, ha recurrido a su cuenta de Twitter y ha bromeado con que «los tanques se venden en cualquier tienda militar rusa, y los grupos guerrilleros clandestinos están formados por ciudadanos rusos».

Con la situación algo más calmada, el gobernador de la región de Belgorod, Viacheslav Gladkov, anunció por la tarde el levantamiento del régimen «antiterrorista» decretado la víspera. Una medida que otorga poderes ampliados a las fuerzas de seguridad para llevar a cabo operaciones armadas, efectuar controles entre la población y realizar evacuaciones, que se utilizó en Chechenia de 1999 a 2009.

Legión Libertad para Rusia

La incursión fue reivindicada en Telegram por la Legión Libertad para Rusia, un grupo de rusos que combate del lado ucraniano y que en otras ocasiones ya afirmó haber realizado acciones en la misma región. En la operación también habría participado otro grupo afín, el Cuerpo de Voluntarios Rusos.

La Legión Libertad para Rusia fue conformada en marzo de 2022, poco después del inicio de la campaña rusa en Ucrania con desertores de las Fuerzas Armadas de Rusia, así como emigrantes rusos y bielorrusos sin experiencia militar.

Por su parte, el Cuerpo de Voluntarios Rusos es una formación paramilitar fundada en agosto de 2022 por el ruso Denís Nikitin e integrado por ultranacionalistas, la mayoría de los cuales ha combatido desde 2014 como parte del batallón ucraniano Azov.

Putin guarda silencio

De momento, el presidente ruso, Vladimir Putin, no se ha pronunciado sobre la incursión. Durante una ceremonia de entrega de condecoraciones este martes en el Kremlin, se limitó a hablar de forma general del conflicto en Ucrania.

«Sí, Rusia enfrenta tiempos difíciles, pero este es un momento particular para nuestra consolidación» nacional, afirmó, y reiteró que Moscú defiende a la población rusa del Donbás ucraniano.

El Kremlin acusó el lunes a Ucrania de haber orquestado la operación con el objetivo de «desviar la atención» de la captura de la ciudad de Bajmut, en el este de Ucrania.

El pasado fin de semana, las fuerzas rusas reivindicaron la captura de esa ciudad devastada en la batalla por su conquista, la más larga y mortífera del conflicto. Kiev desmintió la pérdida de Bajmut y este martes afirmó que «las batallas por la ciudad continúan».