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Justin Trudeau y Giorgia Meloni durante el incidente en la cumbre del G7Europa Press

Italia

Meloni le lee la cartilla a Trudeau tras las críticas a Italia por la polémica LGTB

La primer ministro, como le gusta que se dirijan a ella, corrigió al canadiense que terminó convencido: «Es víctima de fake news»

Comenzaron la reunión a cara de perro (especialmente ella) y terminaron como amigos. Justin Trudeau, frente a la prensa, expresó su «preocupación» por los supuestos derechos violados del colectivo LGTB con el gobierno de Meloni y ésta, mientras le escuchaba con gesto de pocos amigos, aguardo su momento, en privado, para hacerle ver que había «sido víctima de las fake news».

Trudeau últimamente no pega una. Xi Jinping le reprochó que hiciera público una conversación privada entre ellos y le señaló con el dedo, como si fuera un colegial, que eso estaba mal hecho. Meloni ha sido más discreta y ha evitado dedo acusador o aspavientos y elegido un tono conciliador.

La primer ministro de Italia mantuvo la calma cuando Trudeau, sentado en una butaca con mesilla de por medio con Meloni, declaró: «Obviamente. Canadá está preocupada por algunas de las posiciones que Italia está adoptando respecto a los derechos LGBT». Dicho esto, miró a su izquierda, donde estaba Meloni y añadió: «Estoy deseando hablar de este asunto con usted».

Silencio de radio ante las cámaras de Meloni y reprimenda elegante a puerta cerrada con el canadiense. «Le expliqué al presidente de Canadá que no hemos adoptado ninguna medida sobre ese asunto (LTB)», confió al día siguiente a los periodistas.

Se precipitó al hacer esas declaraciones y él mismo se dio cuentaGiorgia Meloni

A renglón seguido, añadió que, «llegamos con el presidente Trudeau al fondo del asunto... Probablemente se precipitó al hacer esas declaraciones y él mismo se dio cuenta de eso», pero «esto pasa cuando uno es particularmente víctima de propaganda que no se corresponde con la verdad, de fake news. Estas cosas pueden pasar», terminó condescendiente, según publica el diario La Repubblica.

En rigor, Trudeau había oído campanas, pero no sabía bien donde sonaban. Lo que hizo el gobierno de Meloni fue anunciar que prohibirá los vientres de alquiler o «gestación subrogada» y perseguirá a aquellos que hagan estas prácticas aunque sean legales en los países donde la regulación la permite.

La «anécdota» entre Justin Trudeau y Giorgia Meloni sucedió durante la Cumbre del G7 en Iroshima donde la italiana que pide que se refieran a ella como primer ministro (en masculino), volvió a seducir a los dirigentes que llegaron con prejuicios sobre ella.