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El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov,AFP

458 días de guerra en Ucrania

Rusia admite que ve «serios obstáculos» para implementar el plan de paz chino en Ucrania

El enviado especial de Pekín se ha dado de bruces con las puertas del Kremlin, que mantiene su escalada bélica en el país vecino

El enviado especial de China, Li Hui, ponía hoy rumbo a Moscú para mantener un encuentro con representantes del Kremlin con la esperanza de seguir explotando su papel de mediador y materializar el plan de paz para Ucrania, que presentó Pekín el pasado mes de febrero.

Pero Hui se ha dado de bruces con las puertas del Kremlin. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha confesado al enviado especial de Pekín que Moscú ve «serios obstáculos» a la paz en Ucrania.

El Ministerio de Exteriores ruso ha hecho público un comunicado en el que insisten en su «compromiso por una solución político-diplomática del conflicto, haciendo notar los graves obstáculos creados por Ucrania y sus padrinos occidentales».

El presidente chino, Xi Jinping, presentó, con motivo del primer aniversario de la invasión rusa al país vecino, una hoja de ruta para conseguir un cese de hostilidades. Un plan que se caracteriza por su ambigüedad, ya que por un lado dice respetar la soberanía de los países, pero no exige la retirada de las tropas rusas de los territorios ucranianos ocupados.

Pekín, además, ha evitado referirse a la invasión como guerra y prefiere hablar de «conflicto». Igual de reseñable es que, la llamada entre Xi y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se produjo hace tan solo un mes, mientras que la comunicación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, es más que fluida.

«Se están produciendo cambios nunca vistos en 100 años y nosotros los estamos liderando», le confesó el mandatario chino a Putin, durante su encuentro en el Kremlin, el pasado mes marzo. Dos meses después, Moscú se distancia del plan de paz presentado por Pekín, y más tras la pequeña invasión que ha sufrido en su propio territorio. Ahora, Rusia necesita mostrarse más temible que nunca.