Elecciones clave en Turquía
Erdogan gana las elecciones y afianza su poder al frente de Turquía
El presidente turco revalida su mandato y se asegura su permanencia cinco años más, convirtiéndose en el líder más influyente del país desde Mustafá Kemal
Turquía se ha enfrentado por primera vez en su historia a una segunda vuelta en las elecciones presidenciales. Un acontecimiento singular, pero que no se ha visto traducido en los resultados. Con el 99 % de los votos escrutados, Recep Tayyip Erdogan se ha impuesto a su contrincante Kemal Kilicdaroglu, con el 52,1 % de los votos frente al 47,9 %, según ha confirmado la Comisión Electoral Suprema (YSK), y prolonga su liderazgo al frente del país otros cinco años más.
Elecciones clave en Turquía
Recep Tayyip Erdogan, el sultán de Turquía que lucha por mantenerse en el poder tras más de 20 años
60 millones de ciudadanos estaban llamados a votar, en una jornada en la que la participación se ha situado en el 85,24 %. Los turcos han convertido a Erdogan en el líder más influyente de la Turquía moderna después de su creador, Mustafá Kemal. El reelegido presidente cumplió, el pasado mes de marzo, 20 años al frente del país, primero como primer ministro y desde 2014 como presidente. Durante todos estos años, el líder islamista se ha vuelto prácticamente imbatible en las urnas.
El presidente, incluyendo esta última, ha ganado 16 votaciones. La jornada de hoy en Turquía se ha desarrollado con algún que otro incidente entre los pro y anti Erdogan. El mal tiempo ha provocado que no se hayan registrado grandes colas a las puertas de los colegios, a diferencia del pasado 14 de mayo. El día gris ha sido el reflejo perfecto de esta segunda vuelta.
Asimismo, han vuelto a surgir quejas de supuestas irregularidades durante esta nueva cita con las urnas. La oposición turca, representada por el partido socialdemócrata CHP, ha denunciado anomalías como votos con nombre de personas que no estaban presentes en las papeletas, registro de personas fallecidas como votantes o la entrega de papeletas de voto pre-selladas.
Sin embargo, y una vez finalizada la jornada, el presidente del Consejo Supremo Electoral de Turquía, Ahmet Yener, ha afirmado que la votación no se ha visto salpicada por ninguna acusación de «juego espurio o fraudulento». «Hasta ahora no ha habido ninguna situación negativa que se haya reflejado a nuestro consejo y que haya afectado al proceso de votación», ha subrayado Yener.
Pero sin duda, Erdogan dando dinero a los votantes es la imagen que ha marcado la segunda vuelta. El presidente turco, que acudió a un colegio electoral en un barrio de Estambul, se aproximó a los que allí esperaban para depositar su papeleta y procedió a repartir billetes entre sus partidarios. Un acto que podría ser sancionable, ya que la ley turca prohíbe a los candidatos hacer campaña el día de las elecciones.
El líder islamista ha reivindicado su victoria y se ha dirigido a la nación, desde Estambul, frente a miles de seguidores que se han congregado para escuchar al recién reelegido presidente. «Para los próximos cinco años, nos ha sido entregada a nosotros la responsabilidad de dirigir el país», ha declarado Erdogan, que ya se centra en las elecciones municipales y su empeño por recuperar ciudades de vital importancia como Estambul o Ankara.
Turquía ha vuelto a apostar por la línea dura que representa Erdogan. El presidente turco ya ha anunciado que continuará con sus políticas poco ortodoxas en materia económica y que han disparado la inflación por encima del 40 % y han provocado que las reservas estatales estén en niveles negativos. En el plano internacional, tampoco se esperan grandes cambios. Erdogan explotará el estatus de potencia media de Turquía.
El líder islamista se ha convertido en un equilibrista a la hora de plantear las relaciones entre Occidente y Rusia. Turquía se beneficia de una posición privilegiada, manteniendo jugosos acuerdos comerciales con Moscú, a la vez que influye en las políticas occidentales, como por ejemplo a través del veto a Suecia en la Alianza Atlántica.
20 años les ha sabido a poco a los turcos y a Erdogan, que disfrutará cinco años más del liderazgo del país euroasiático. La mayoría en la asamblea legislativa, además, le otorga al presidente turco, prácticamente, plenos poderes, con los medios de comunicación y una Justicia sometidos a sus intereses. El presidente turco asume el liderazgo de un país polarizado y completamente dividido en torno a su figura.