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La guerra diplomática entre Rusia y Alemania se recrudece con el cierre de nuevos consulados

Berlín responde a la decisión de Moscú de reducir la presencia alemana en el país ruso a 350 personas y obliga a clausurar cuatro legaciones en el país europeo

Alemania y Rusia continúan su ofensiva diplomática y Berlín ha anunciado el cierre de tres de sus consulados en la Federación Rusa. Una decisión precipitada tras el anuncio de Moscú de reducir la presencia alemana en el país a 350 personas y que también ha resultado en el retiro de la autorización a cuatro legaciones rusas en el país europeo.

El portavoz de Exteriores alemán, Christofer Burger, precisó que para cumplir los requisitos exigidos por el Kremlin, el Gobierno alemán ha decidido cerrar los consulados generales en Kaliningrado, Yekaterimburgo y Novosibirsk.

Los servicios se reducirán ya significativamente en estas tres representaciones y se suspenderán por completo en noviembre, mientras que se mantendrán la embajada alemana de Moscú y el consulado general en San Petersburgo, agregó.

«Nuestra decisión se aplica recíprocamente a la presencia rusa en Alemania» tanto en términos de personal como de estructura, por lo que «hemos decidido retirar nuestra autorización al funcionamiento de cuatro de los cinco consulados generales rusos en Alemania», señaló.

El portavoz dijo que esta decisión ha sido comunicada hoy al Ministerio de Exteriores ruso y se ha pedido a Rusia que comience de inmediato con las gestiones para que el proceso concluya a más tardar el 31 de diciembre próximo. Alemania seguirá permitiendo la presencia de la embajada rusa en Berlín y de otro consulado general, añadió.

Desde el punto de vista del Gobierno alemán, «la cuestión de las presencias queda cerrada con la paridad de personal y estructura que ahora se ha establecido», indicó.

Respecto a la «decisión injustificada» anunciada por el Gobierno ruso el mes pasado de limitar el personal alemán a un máximo de 350 personas, Burger habló de una «escalada» que obliga a Berlín a realizar «recortes considerables en todos los ámbitos de su presencia» en Rusia.

Precisó que Rusia incluye explícitamente en este grupo de personas no sólo a personal enviado y a los contratados locales en la embajada de Alemania en Moscú y en los consulados generales, sino también a los mediadores culturales, por ejemplo, en colegios alemanes y en los centros del Insituto Goethe.

El objetivo del Gobierno alemán, señaló, es garantizar una «presencia mínima» en Rusia de este personal cultural y mantener al mismo tiempo una presencia diplomática, lo que sólo es posible «si se reduce, en algunos casos drásticamente, la plantilla en todos los ámbitos», dijo.

Respecto a las perspectivas de reabrir los consulados en un futuro, Burger señaló que «en la actualidad, desgraciadamente, los acontecimientos van exactamente en la dirección contraria».

«En este sentido, es lamentable que hoy tengamos que hablar de tal reducción de la presencia diplomática y consular, pero es el comportamiento de la parte rusa el que nos ha llevado a esta situación», subrayó.

Por su parte, Moscú reaccionó al cierre de sus legaciones en Alemania tachando la decisión de «provocación irreflexiva», y prometió una «respuesta justa». En un comunicado, la cancillería rusa denunció «una nueva medida poco amistosa, que pretende destruir aún más las relaciones ruso-alemanas».