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Marruecos aparta el francés y prioriza el inglésMontaje de Paula Andrade

Norte de África

Marruecos inicia una batalla contra el francés en medio de la crisis con París y prioriza el inglés

El Ministerio de Educación marroquí ha presentado un plan para imponer la lengua de Shakespeare para 2025

Francia siempre ha sido un gran aliado de Marruecos en Europa, pero esta alianza lleva tiempo herida de muerte. Rabat esperaba que, al igual que España, París reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, pero las reticencias del país galo han creado una brecha entre dos viejos amigos.

Marruecos ha iniciado una campaña de acoso y derribo contra Francia en los medios locales. Pero, la ofensiva ha adquirido un tinte de guerra cultural y ahora Rabat se ha empeñado en eliminar el francés –la lengua más hablada después del árabe– de la vida cotidiana de los marroquíes.

Cualquiera que haya visitado el país norteafricano, paseado por sus laberínticas calles y fisgoneado por los bazares ha escuchado como los locales se comunicaban tanto en francés como en árabe indistintamente. Muchos medios de comunicación se editan en ambos idiomas, además de que, irónicamente, la élite marroquí suele cursar sus estudios en colegios franceses.

Pero ni francés ni mucho menos español: el nuevo idioma será el inglés. Estados Unidos se ha convertido en el principal aliado de Marruecos y por ello desde el Gobierno marroquí van a premiar a este idioma, en detrimento de la lengua de la diplomacia. Los medios marroquíes –controlados en su gran mayoría por el régimen– ya han iniciado su peculiar cruzada contra el francés.

El diario Hespress, citando a un académico, ha instado a limitar la «invasión de la lengua francesa». Un idioma, señalan, «herencia del colonialismo y de la política lingüística establecida desde la época colonial». El medio critica que el uso del francés perjudica «los derechos de las dos lenguas oficiales, el árabe y el tamazight» –variante bereber.

Acabar con el francés se ha convertido también en un asunto de Estado. El Ministerio de Educación, dirigido por Chakib Benmoussa, ha lanzado un ambicioso plan para generalizar el inglés en las escuelas del país para 2025. Unos esfuerzos que chocan con la realidad del país, donde se habla francés indiscriminadamente y se usa además en todas las administraciones públicas.

En Marruecos, el 36 % de la población habla francés, según la Organización Internacional de la Francofonía. Asimismo, y aunque no es considerada como una lengua oficial, sigue desempeñando un papel importante en la vida económica así como en la diplomática. La antigua colonia francesa quiere desprenderse de la lengua de Molière a toda costa y entre los más jóvenes su estrategia está teniendo éxito.

Cada vez son más las escuelas británicas y estadounidenses. Desde 2019, se han inaugurado siete nuevos colegios ingleses que, junto a los cinco históricos norteamericanos, compiten –en desigualdad de condiciones– con la amplia red de liceos franceses, 42.

Aún así, una encuesta publicada por el British Council en 2021, evidencia que el 40 % de los marroquíes considera que el inglés es el idioma más importante para aprender, frente al 10 % que lo considera el francés. Además, destaca que dos tercios creen que el inglés superará al francés como lengua extranjera más importante en los próximos años.

El antropólogo Mohamed-Sghir Janjar, citado por el periódico francés Le Monde, explica que se ha iniciado una tendencia «irreversible». «El inglés llegó sin que nos diéramos cuenta. Solo tardíamente, en los últimos diez años, descubrimos que nuestros hijos hablaban inglés», apunta Janjar.

La lengua de Shakspeare juega con ventaja, ya que no acarrea el peso del simbolismo colonial. En un momento en el que las relaciones entre París y Rabat son más frías que nunca, el intento de borrar el francés se ha percibido como una medida «antifrancesa». Un desdén más de Marruecos a su antiguo aliado en Europa.