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Ilustración del avión no tripulado MQ-9 ReaperKindelán

China descubre que un pegamento de un euro blinda los misiles y drones de los ataques con láser

El adhesivo, BPR, cuesta menos de un euro por kilo y transformarlo en escudo para «recubrimiento protector anti laser de alta energía» apenas requiere de algunas modificaciones

Un pegamento común y corriente podría anular los sofisticados sistemas laser para derribar misiles y drones. Según un informe que recoge el periódico South China Morning, una grupo de investigadores chinos ha realizado pruebas con esa sustancia adherente y comprobado que, con apenas unas modificaciones, tiene una resistencia al calor suficiente para blindar los misiles balísticos.

La carrera armamentística podría tomar otra dirección con este hallazgo o invento ya que la sustancia, conocida como BPE apenas necesita un ligero tratamiento para poder aplicarse y ser efectiva. Sólo una capa de este barniz bastaría para recubrir y proteger drones y munición susceptible a la potencia de armas laser.

Según el periódico, los experimentos con este adhesivo de fabricación y uso corriente en China, demostraron -según el informe- que las muestras utilizadas quedaban intactas pese a ser objetivo insistente y hasta durante 15 segundos de un rayo laser con una densidad de 500 vatios por centímetro cuadrado, mucho más potente de lo que se precisa para un misil balístico convencional.

En su experimento, los investigadores aplicaron 2,5 mm (0,1 pulgadas) de recubrimiento de este material fabricado principalmente de resina fenólica de boro (BPR).

«Esta solución utiliza materias primas de bajo costo, su proceso de fabricación resulta muy simple y es de alto rendimiento», explica uno de sus fabricantes, el científico Gao Lihong, del Instituto de Tecnología de Pekín, en un artículo publicado en la revista Ordinance Material Science and Engineering.

China es el mayor fabricante mundial de BPR. Una fábrica puede producir cientos de miles de toneladas al año

La elaboración, tras el tratamiento, del BPR-1 resulta muy barata, cuesta menos de un euro por kilo y transformarlo en escudo para «recubrimiento protector anti laser de alta energía» apenas requiere algunas modificaciones. China es el mayor fabricante mundial de BPR. Una fábrica puede producir cientos de miles de toneladas al año.

Los rápidos desarrollos en los programas de armas hipersónicas en China, Rusia, Corea del Norte y, últimamente, Irán, han aumentado los riesgos para los sistemas de defensa aérea estadounidenses.

Rusia afirmó haber destruido numerosos lanzadores de defensa antimisiles Patriot de EE. UU. con sus misiles hipersónicos Kinzkal.

El almirante Michael Gilday, jefe de operaciones navales de EE. UU. -continúa el South China Morning- explicó que los desarrollos en armas hipersónicas por parte de los adversarios de EE. UU. habían convertido a las armas láser en una «máxima prioridad» para el ejército de EE. UU.

El Departamento de Defensa de EE.UU. destina unos mil millones de dólares al año en el desarrollo de armas laser

«Desde un punto de vista defensivo, estamos enfocados en la amenaza», declaró en CNN en agosto. El Departamento de Defensa de EE.UU. destina unos mil millones de dólares al año en el desarrollo de armas laser.

El BPR tradicional ya se usa en muchos misiles y en aviones no tripulados como capa de protección contra el calor, según el equipo de Gao. En esos caso un rayo de energía láser, lo suficientemente enfocado e intenso, podría quemar y hacer un agujero en solo unos segundos.

El científico y su equipo compraron algunos compuestos inorgánicos «directamente del mercado», como carburo de silicio, dióxido de zirconio y nanopolvo de negro de carbón, y los agregó a la resina original. El resultado fue un nuevo compuesto probado con el nombre en clave «BPR-1».

El área de impacto térmico permaneció relativamente intacta, sin descamación o daños evidentes en el recubrimientoGao y su equipo en el artículo científico

«El área de impacto térmico permaneció relativamente intacta, sin descamación o daños evidentes en el recubrimiento», dijeron los investigadores en el artículo.

Después de someterse a un láser durante 15 segundos, el recubrimiento BPR-1, aseguran, mostró una temperatura máxima en la superficie posterior de 230 grados Celsius (445 Fahrenheit), pero no fue lo suficientemente caliente como para dañar la cubierta de los dispositivos.

Con este hallazgo Washington deberá replantearse su industria y Ucrania acelerar el paso para aprovecharse del mismo antes de que Xi Jinping le entregue todos los secretos o las toneladas de BPR-1 a Vladimir Putin.