Fundado en 1910

Presidente de Tunez, Kais Saiedtwitter.com/TRTWorldNow

Inmigración

El presidente de Túnez le aclara a Bruselas que «sólo puede ser el guardián de sus propias fronteras»

Kais Said insistió en la celebración de un encuentro internacional en el que participen todos los países «afectados» para poner fin a la trata de personas

El mandatario tunecino Kais Said defendió este miércoles en una conversación telefónica con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que su país «sólo puede ser guardián de sus propias fronteras» después de las críticas de la sociedad civil que denuncian un «chantaje» de la Unión Europea para frenar la inmigración irregular a cambio de financiación.

«El Presidente de la República mencionó la posición de Túnez, que sólo puede ser un guardián de sus propias fronteras (...) y subrayó que Túnez se niega a ser un lugar de tránsito o para instalarse», señaló Presidencia en un comunicado, en el que instó a abordar el fenómeno migratorio de manera colectiva para eliminar sus causas y no limitarse a los resultados.

Para ello, Said insistió en la celebración de un encuentro internacional en el que participen todos los países afectados con el objetivo de alcanzar un consenso que ponga fin a la trata de personas.

El pasado domingo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ofreció un paquete de ayuda macrofinanciera- que incluye un préstamo de 900 millones de euros, 150 millones en apoyo presupuestario y una ayuda de 100 millones para asistencia en rescates de migrantes y retornos- para garantizar la estabilidad económica del país y renovar su acuerdo migratorio ante el repunte de llegadas a Europa.

Sin embargo, este paquete está condicionado a la obtención del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 1.900 millones de dólares que el Gobierno negocia desde hace año y medio y al que el mandatario se opone al considerarlo un «dictado del exterior» que podría provocar un estallido social no sólo en Túnez sino en toda la región.

La institución financiera espera que el Ejecutivo ponga en marcha el programa de reformas pactado, con medidas impopulares como la retirada de subvenciones a productos de primera necesidad y carburantes, la privatización de algunas empresas estatales o limitar la masa salarial en la Administración.

Según el Ministerio de Exteriores italiano, durante los cinco primeros meses llegaron a sus costas cerca de 50.000 personas- un 155 % más que durante el mismo periodo del año pasado- de las cuales más de la mitad partieron desde Túnez mientras los guardacostas tunecinos interceptaron un total de 23.000 migrantes.

Una veintena de ONG pidieron la pasada semana a las autoridades que no acepten el papel de «guardián del Mediterráneo» y lamentaron que Túnez sea considerado un país «seguro» pese a la campaña de detenciones contra activistas, periodistas y opositores al presidente así como arrestos arbitrarios contra migrantes subsaharianos.

El mandatario acusó en febrero a la comunidad subsahariana- estimada en 60.000 personas, de los cuales entre el 10 y el 15 % estaría en situación irregular- de formar parte de un complot para cambiar la identidad «arabo-musulmana» de Túnez y desde entonces miles de personas han solicitado el retorno voluntario a sus países y otras miles han optado por las salidas por mar en el Mediterráneo central.