Reino Unido
¿Es posible un regreso de Boris Johnson a Westminster? Los Conservadores le dan la espalda
Incluso sus aliados ven poco realista el posible regreso de Boris Johnson. Las encuestas demuestran que el público no respalda un retorno político del antiguo premier, y la mayoría de los británicos coinciden en que engañó a los diputados con sus declaraciones sobre el escándalo del Partygate.
Según una encuesta de la agencia YouGov, siete de cada diez adultos en Reino Unido creen que Johnson engañó al Parlamento sobre las fiestas de Downing Street durante el confinamiento. Y en otro sondeo, realizado por Savanta, casi la mitad de los encuestados afirmaron que su carrera política ha llegado a su fin. Estas cifras incluyen a más de un tercio de los votantes que, en 2019, votaron por el Partido Conservador bajo el liderazgo de Johnson.
Según otra encuesta, el 47 % de los adultos afirmaron que Johnson ya no tiene futuro alguno en la política británica. Un tercio (35 %) de aquellos que votaron por su partido en 2019, cuando los tories obtuvieron una mayoría de 80 escaños, también creen que su carrera política ha terminado. Sin embargo, dos quintas partes afirmaron que no creen que hayamos presenciado el fin de la carrera política de Johnson, y dos tercios consideraron probable que intentara regresar a la primera línea política en un futuro.
Los Conservadores dejan a Boris atrás
Esta semana, un informe del Comité de Privilegios de la Cámara de los Comunes declaró al ex primer ministro culpable de desacato al Parlamento. Los diputados del Comité recomendaron una suspensión de 90 días del Parlamento, pero para cuando el informe se publicó, Johnson ya había dimitido.
Los diputados del Partido Conservador llevan días reflexionando sobre el informe del Comité de Privilegios. Sobre todo, cómo, en el espacio de tres años y medio, Johnson pasó del triunfo de ganar las elecciones generales, a la humillación por parte de sus compañeros. Además, Johnson ha desarrollado un nuevo defecto que muchos encuentran difícil de perdonar: la ira.
Fuentes cercanas al ex primer ministro británico afirman que está tan enfadado (por lo que percibe como una injusticia, y por la postura adoptada por Downing Street) que no ha logrado comprender la gravedad de la situación. En declaraciones a la BBC británica, un exministro señaló: «La estrategia del mártir no funcionará. [Johnson] tenía éxito porque contaba chistes, hacía que la gente se sintiera mejor consigo misma, y era alguien con quien te gustaría salir a tomar algo. Ahora está demasiado enfadado».
Otro ex ministro afirmó: «Creo que las personas que piensan que Boris es inmortal están locas. Los aliados y la popularidad de Johnson disminuirán a medida que él y sus acólitos sigan dañando la reputación de los Conservadores. El partido es más grande que cualquiera de sus líderes. Aquí la víctima no es Johnson; serán los ciudadanos británicos si Keir Starmer entra en Downing Street el próximo año».
Y en declaraciones al periódico The Times, un aliado de Johnson compartió su falta de optimismo en cuando al retorno de su antiguo líder: «No veo cómo puede regresar desde aquí. No veo un camino. Si yo fuera él, diría 'al diablo con esto' y disfrutaría de mi dinero y lo olvidaría. Pero luego, a él le gusta tener su pastel y comérselo».
Boris Johnson y el panorama político
Downing Street percibe esta situación como una oportunidad a largo plazo. Durante meses, el equipo de Rishi Sunak debate sobre cómo enfrentar el problema de Johnson, porque quieren dejar claras ante el público las diferencias entre ambos líderes. Sin embargo, es imposible ignorar la lealtad que muchos tories 'de toda la vida' sienten hacia Boris Johnson.
A través de The Times, una fuente del número 10 explicó que se encuentran «en un punto de quiebre claro para nosotros. Al igual que la economía diferenció a Rishi de Liz [Truss], la integridad y la honestidad diferenciarán a Rishi de Boris. Esto permitirá un reinicio del Partido».
Otro hombre, cercano a Johnson y conocedor de su forma de pensar, explicó que, de momento, el antiguo premier planeaba utilizar su escritura para marcar el clima político. Su nueva columna semanal en el Daily Mail será su mejor herramienta para comunicarse directamente con la base conservadora.
Otros sugirieron que el ex primer ministro también podría dedicarse a asistir a mítines políticos, donde hablaría con miembros del Partido Conservador durante almuerzos y cenas. Según la fuente, se establecerá una comunicación directa con la base del partido. Además, se proyectará su mensaje de manera más amplia que antes. Se abordarán una amplia gama de temas, como impuestos, dirección económica, igualdad de oportunidades y las prioridades de las personas.
¿Qué opciones quedan?
Boris Johnson podría intentar regresar a Westminster en una elección parcial antes de las próximas elecciones. Una opción sería buscar un escaño, tal vez abandonado por uno de sus seguidores, y regresar a través de una elección parcial lo antes posible. Sin embargo, esto implicaría primero, ser incluido en la lista de candidatos conservadores y luego, ser aprobado para aspirar a algún escaño concreto, algo poco probable dada la caída de su popularidad.
También podría intentar regresar a Westminster en las próximas elecciones. Cuando se convoca una elección, siempre hay varios diputados que renuncian en el último momento. Es posible que Johnson intente luchar por uno de esos escaños, para estar en su lugar a tiempo de cara a cualquier contienda de liderazgo posterior a las elecciones.
Sin embargo, se encontraría con el mismo problema que podría tener con la estrategia de la elección parcial. Tendría que figurar en la lista oficial de candidatos del Partido Conservador, y es difícil imaginar circunstancias en las que Sunak querría su regreso.
A medida que Boris Johnson va protagonizando más escándalos y polémicas, su futuro político parece cada vez más incierto. Mientras algunos conservadores le dan la espalda, otros aún albergan la esperanza de su regreso. El tiempo dirá si Johnson podrá superar los obstáculos y llevar a cabo un regreso triunfal a Westminster, o si por el contrario su carrera política ha llegado a su fin.