Primera reunión bajo presidencia española en la UE sin principio de acuerdo sobre el apoyo económico a Ucrania

El Consejo de Asuntos Generales ha sido el primer encuentro de ministros celebrado bajo la recién estrenada presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Por parte de nuestro país ha asistido el secretario de Estado para la UE, Pascual Ignacio Navarro Ríos, y se ha centrado en dos aspectos clave: la preparación para ampliar el número de socios y el futuro de Europa. Respecto a lo segundo, se ha debatido la revisión a medio plazo del presupuesto europeo para el periodo 2021-2027. Entre otros aspectos, este plan económico prevé la ayuda financiera de 50.000 millones de euros a Ucrania en forma de préstamos y subvenciones cuyo debate deberá continuar en las próximas reuniones debido a una falta de acuerdo total entre los Estados miembros.

La presidencia española se ha mostrado en general continuista con las líneas marcadas por el equipo anterior de Suecia, siendo las más resaltadas las posiciones sobre el refuerzo del Estado de Derecho -continuar con el marco legislativo único frente a los nacionales- y el futuro de la Unión en cuanto a ampliación y cohesión de los socios.

Dos planes aprobados

Más allá de la explicación detallada de la agenda de la presidencia, algo que han agradecido todos los ministros del Consejo, hoy se han aprobado dos medidas. La primera es un paquete de ayuda macrofinanciera por valor de 100 millones de euros a Macedonia del Norte y la segunda es un reglamento relativo a pilas, baterías y el tratamiento de sus residuos.

El reglamento establece para los productores objetivos de recogida de residuos de pilas o baterías portátiles e introduce un objetivo de recogida específico para los residuos de baterías de medios de transporte ligeros. Se fija también el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50 % para finales de 2027, y en un 80 % para finales de 2031, así como la obligación de que todas las baterías o pilas estén fabricadas con un componente mínimo de materiales reciclados.

Con la votación de hoy en el Consejo se concluye el procedimiento de adopción. Tanto el Consejo como el Parlamento Europeo deben ahora firmar el reglamento. A continuación, se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor veinte días después. Esta iniciativa se debe al rápido desarrollo de la movilidad eléctrica. Se espera que de aquí a 2030 la demanda de pilas y baterías sea 10 veces mayor.

Esta reglamentación debe entenderse también en un marco geoeconómico de gran calado en la confrontación con países como Rusia y China, especialmente este último. El gigante asiático domina el mercado de metales raros y la promoción de un parque móvil eléctrico como en la que está inmersa la Unión Europea llevaría a una gran dependencia, algo que quiere frenarse con la promoción del reciclaje de baterías. A más reciclaje, menos dependencia exterior.

Otros temas de importancia

La presidencia española no ha querido dejar pasar la oportunidad de poner sobre la mesa su preocupación por el reto demográfico y, en consecuencia, el tratamiento de la inmigración. A este respecto, la portavoz húngara ha mostrado su apoyo a la voluntad de tratar este tema y se ha mostrado a favor de continuar con la cohesión del mercado único.

Pero Hungría no ha sido el único país que se ha pronunciado al respecto. Chipre, Malta y Grecia han llamado la atención sobre los escasos recursos destinados al tratamiento de la inmigración en el Mediterráneo, y en concreto para los países afectados directamente situados en la periferia. Argumentan que el presupuesto actual apenas cubre los gastos mínimos necesarios para las exigencias propias de Bruselas.

En esta línea, pero en referencia al ámbito militar, se ha expresado el representante de Lituania que ha mostrado su preocupación en lo relativo a la defensa comunitaria y la delicada situación a la que están expuestos los países fronterizos con Rusia.