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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente turco, Recep Tayyip ErdoganTwitter

El órdago de Erdogan surte efecto y Bruselas se compromete a «reactivar» el futuro de Turquía en la UE

El presidente turco ha conseguido que en Bruselas se vuelva a hablar sobre qué tipo de relaciones quiere la Unión con Ankara

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha convertido en un gran estratega y ha ganado el que es, por ahora, el último pulso a la Unión Europea. Erdogan, minutos antes de subirse en un avión rumbo a la capital de Lituania para asistir a la cumbre de la Alianza Atlántica, pidió reabrir su membresía a la Unión a cambio de desbloquear la adhesión de Suecia a la OTAN.

Una nueva exigencia que se sumaba ya a una larga lista impuesta por el mandatario turco y que en Bruselas no sorprendió del todo. Sí por el momento, no por el contenido. Erdogan ya había expresado su intención, durante su campaña electoral, de conseguir mejorar la posición turca en Bruselas. El mandatario, tras una reunión con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que levantaba el veto sobre el país nórdico.

Turquía cumplió su parte del trato, faltaba que la Unión Europea diera el siguiente paso. El encargado de, efectivamente, mostrar la buena voluntad del bloque comunitario fue el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que aseguró a Erdogan su intención de «reactivar» el futuro de Turquía en la UE. Una afirmación que contradice de lleno al Consejo que, horas antes, había rechazado en Bruselas la petición de Ankara.

Tras un breve encuentro con el mandatario turco, Michel anunció a través de su cuenta de Twitter que ambos habían mantenido una «buena reunión» en la que habían explorado las oportunidades que tenían por delante para que la cooperación UE-Turquía «volviera al primer plano y se revitalizaran nuestras relaciones».

El presidente del Consejo también reveló que había invitado al alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y a la Comisión Europea a presentar un informe con vistas a proceder «de manera estratégica y con visión de futuro». Los afectados por esta iniciativa de Michel no quisieron comentar nada al respecto.

Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como Borrell también echaron mano de Twitter para congratularse por el desbloqueo a la candidatura de Suecia a la OTAN. Guardaron silencio absoluto, sin embargo, sobre la propuesta de Erdogan o del presidente del Consejo Europeo. La candidatura de Turquía lleva congelada desde 2018.

La Comisión ha intentado durante las últimas horas desvincular a toda costa la exigencia turca sobre la adhesión a la UE a la membresía de Suecia a la OTAN. Un esfuerzo que ha quedado embarrado tras las declaraciones de Michel. Tampoco ayudan las últimas palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aseguró que su país «siempre ha apoyado el camino de Turquía hacia la UE». Aunque matizó que se trataba de un asunto bilateral que debían resolver Bruselas y Ankara.

Erdogan se ha comprometido a levantar el veto a la entrada de Suecia a la Alianza Atlántica, pero no ha fijado una fecha para que esto se vote en el Parlamento turco -paso indispensable-, por lo que Turquía aún tiene muchos ases bajo la manga. Por ahora, la lista de exigencias se han ido cumpliendo una a una, queda esperar qué actitud acogerá la Unión Europea ante el último órdago del sultán.