Rusia asegura que el Grupo Wagner le ha entregado miles de toneladas de armamento y munición

Miles de toneladas de armamento y municiones es lo que el ministerio de Defensa ruso asegura que le ha entregado el Grupo Wagner. La cesión del material respondería, según la versión oficial rusa, a parte de los acuerdos firmados entre Yevgheni Prigozhin y Vladimir Putin, –intervención mediante de Lukashenko–, durante la rebelión o golpe fallido de los mercenarios del pasado 23 y 24 de junio.

Según Defensa moscovita se trata de cientos de carros de combate y más de 2.500 toneladas de municiones. Curiosa manera de cuantificar los equipos y armamento recibido, la información –publicada por The Guardian– sugiere que, si son ciertas las imágenes difundidas acreditarían esta información y aquellos acuerdos se estarían cumpliendo por ambas partes.

El escenario, dentro y fuera del Kremlin, es un tanto complejo por no hablar de ambiguo. Según las declaraciones del presidente de Bielorrusia, la Caravana de la Justicia, como bautizó Prigozhin a su motín, dio marcha atrás una vez alcanzado el compromiso de que ni él ni ninguno de sus combatientes serían juzgados.

Enemigo que huye...

En el mismo acuerdo, al jefe del ejercito de paramilitares más famoso del mundo, se le tendió puente de plata para establecerse en Bielorrusia con los efectivos que no desearan unirse al ejército regular ruso.

Lukashenko, incluso, llegó a celebrar que los «wagneritas» podrían ser muy útiles para adiestrar a sus Fuerzas Armadas y que estaría dispuesto a tenerlos bajo su ala. Dicho de otro modo, que dependerían de él y saldrían de la órbita de Putin.

La secuencia siguió con el anuncio de que el jefe Wagner había llegada a Minks, pero apenas unos días más tarde reconoció que creía que el pájaro había volado a «San Petersburgo y quizás vaya a Moscú».

Mientras tanto, los Wagner no aparecieron por Bielorrusia y un alto mando del Grupo anunció que Pregozhin les había dado vacaciones hasta principios de agosto. Película de enredo, para complicar más la escena se desveló que el ex «chef de Putin», como se conocía antes de la guerra a Prigozhin, se había entrevistado con Putin después del motín.

La noticia descolocaba y echaba por tierra buena parte de las hipótesis barajadas sobre su relación al tiempo que el Kremlin daba a conocer las intimidades y el modo de vida de Prigozhin tras registrar sus propiedades.