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El expresidente de EE.UU. y aspirante a la presidencia de 2024, Donald Trump durante un acto de campañaEd Jones / AFP

Estados Unidos

Por qué Trump pide el aplazamiento del juico y pone como excusa la campaña electoral

Los abogados de Trump, Christopher Kise y Todd Blanche, saben que en el juicio por retención de documentos clasificados que tiene pendiente el candidato están en juego muchas cosas.

La mediática investigación mostrará cómo la justicia norteamericana trata a un ex-presidente, poniendo a prueba la capacidad e imparcialidad de los fiscales, y revelando si la popularidad de Trump se mantiene a flote a pesar de todo.

La estrategia legal por la que se han inclinado no es otra que la de marear la perdiz: piden un retraso del juicio, que estaba fijado para diciembre, conscientes de que si lo consiguen existe la posibilidad de que no lo haya en absoluto.

Con este fin, su último movimiento ha sido presentar un documento de doce páginas, donde han desglosado los motivos que justificarían este retraso. La principal baza que exhiben es que el candidato no dispone del tiempo necesario para prepararse antes de visitar los juzgados. Según recoge The Washington Post, los letrados defienden que sería « irrazonable, revelador y daría lugar a un error judicial» no posponer el juicio cuando su cliente está sumergido de lleno en la campaña electoral.

Recreación de Trump uno de sus juicios

En estas circunstancias, el equipo legal que respalda a Trump pide a la jueza federal de distrito, Aileen M. Cannon, que no se celebre el juicio al menos hasta después de las elecciones presidenciales. También solicitan que no se fije ninguna fecha por el momento, sino que se determine más tarde según la evolución de los acontecimientos políticos.

Cannon, una jueza nada imparcial

Otro de los argumentos a los que se aferra la defensa de Trump es que mientras el ex-presidente sea candidato a las elecciones va a ser complicado conseguir un jurado imparcial. Irónicamente, quien tiene la última palabra en la decisión de retrasar o no el juicio, no es otra que la jueza federal de distrito, Aileen M. Cannon, designada precisamente durante el mandato del republicano.

Durante sus años al frente de la Casa Blanca, Trump se dedicó a impulsar a los magistrados afines a sus ideas políticas, con lo que se aseguraba la continuación de su legado. Además, podrían servirle si comparecía ante la justicia en un futuro, futuro previsible y que ya ha llegado.

Aileen M. Cannon, jueza federal de distrito designada para el juicio por retención de documentos clasificados

Ahora descansa en las manos de Cannon el poder de ralentizar o no el juicio. Si efectivamente se retrasase hasta después de diciembre, todo se complica, porque Trump también tiene pendiente un juicio penal no relacionado programado para marzo en Nueva York, donde está acusado de falsificación de registros comerciales en relación con los pagos de dinero secreto durante las elecciones de 2016.

Además, también están las apelaciones. Las decisiones sobre la evidencia clasificada que supuestamente el ex-presidente ocultó al gobierno, podrían recurrirse, un proceso que podría prolongarse durante meses y alterar significativamente cualquier calendario que establezca Cannon.

37 cargos federales

Los que vaticinaban el hundimiento de Trump después de que se le acusase de 37 cargos a nivel federal –un caso inédito en Estados Unidos– se encontrarán con una sorpresa si consultan las encuestas.

A pesar de la gravedad de los cargos de los que se le acusan a él y a su asesor Walt Nauta, los votantes se siguen inclinando en gran medida por el candidato. No solo eso, sino que «hay varias señales de que su apoyo está creciendo o que otros están perdiendo terreno, particularmente Ron DeSantis», señaló Jeff Horwitt, de la encuestadora Hart Research Associates, responsables del estudio junto a Public Opinion Strategies.

El gobernador de Florida y aspirante a la presidencia de 2024, Ron DeSantisAFP

Algunos de los cargos más graves son la retención no autorizada de información de defensa nacional, ocultación y alteración de pruebas, declaraciones falsas, abusos sexuales y un largo etcétera.

Trump insiste en su inocencia, y alega ser una víctima en medio de la vorágine política. Los esfuerzos del también candidato republicano Ron DeSantis por superar a Trump no están dando los resultados esperados, y muchos electores siguen creyendo a pies juntillas la versión del ex-presidente.

En el supuesto de que Trump saliera elegido, podría pretender indultarse a sí mismo en el caso de una condena firme, o lograr que su fiscal general archivase el caso.