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Ucrania pega donde más le duele a Putin: vuelve a atacar el puente de Crimea
Es la joya de la corona de la conquista de Putin de 2014. El puente que comunica la península de Crimea con el continente fue una construcción magna ordenada por él tras su ocupación. Hacerlo saltar por los aires, algo que no ha sucedido, supondría el aislamiento total para la población y un daño tremendo para el ejército invasor del Kremlin.
A esta formidable obra de ingeniería varios misiles ucranianos la impactaron esta madrugada y dejaron, de momento, dos muertos. Se trata del segundo atentado o la segunda humillación para el Kremlin que prepara su venganza.
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Una batería de drones marinos están detrás del ataque contra el puente de Kerch, como se bautizó este puente clave. El daño causado obligó a suspender varias horas al tráfico rodado y ferroviario.
El Servicio Secreto ucraniano (SBU), que en el primer ataque de octubre su participación, y la Armada ucraniana, filtraron a los medios que habrían organizado el ataque de forma conjunta.
«Fue difícil llegar al puente, pero al final lo conseguimos», declara un miembro no identificado del SBU citado por la agencia Ukrinform. El agente identificó como objetivo legítimo el puente al haber sido construido en territorio ucraniano ocupado por Rusia.
Drones marinos
Los drones marinos, informa Efe. se mueven por la superficie del agua su impacto continuado puede llegar a provocar la destrucción total de su estructura. Según las primeras informaciones, esta no era la intención. El plan trataba de volver a provocar a Putin, dificultar el paso, pero no derribarlo.
Las autoridades rusas han reconocido una «emergencia» en el puente y han informado de la muerte de dos civiles en el incidente.
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El puente de Kerch fue construido por orden de Putin, después de que Rusia se anexionara la península ucraniana de Crimea en 2014. El puente une esta península del Mar Negro con Rusia y es un símbolo de la presencia rusa en Crimea.
La infraestructura es, además, una vía clave de suministro terrestre para los efectivos militares rusos estacionados en Crimea, región que tiene un papel capital en el sustento de las tropas rusas que ocupan el sur de Ucrania.
Además, Rusia utiliza Crimea y la flota militar que tiene allí desplegada para lanzar muchos de sus ataques contra el resto del territorio de Ucrania.
El puente de Kerch fue atacado por primera vez con explosivos en octubre del año pasado, en una acción que provocó euforia en Ucrania y amenazas de una nueva escalada militar por parte de Rusia.