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Descarga de equipo militar del gran barco de desembarco Orsk de la flota rusa del Mar Negro a su llegada al puerto de Berdyansk, Ucrania.AFP

513 días de guerra en Ucrania

Rusia hunde un «barco diana» durante unos ejercicios amenazantes en el mar Negro

La Armada rusa se empeña –y lo logra– en demostrar sus fuerza naval. Hoy mismo realizó ejercicios con disparos de misiles en el mar Negro. Lo hizo días después de que el Kremlin advirtiera que considerará como posibles objetivos militares a los buques que naveguen hacia Ucrania.

La Flota del mar Negro «llevó a cabo disparos reales de misiles de crucero antibuques contra un barco diana en el campo de entrenamiento de combate en la parte noroeste del mar Negro», dijo el ministerio de Defensa en un comunicado en Telegram. «El barco diana fue destruido como resultado de un impacto de misil».

Buques y aviones del ejército entrenaron «acciones para aislar la zona temporalmente cerrada a la navegación y también realizaron un conjunto de medidas para detener al barco atacante», agregó.

Además, la agencia de noticias estatal rusa TASS informó que las fuerzas navales de Rusia y China realizaron ejercicios conjuntos en el mar de Japón en los que «destruyeron una falsa mina flotante y practicaron repeler un ataque de un pequeño objetivo de alta velocidad».

Después de poner fin, el lunes, al acuerdo que facilitaba la exportación marítima de cereales desde los puertos ucranianos del mar Negro, el Kremlin dijo el miércoles que consideraría como posibles objetivos militares a los barcos de carga con destino a Ucrania.

Anunció que cerraba el tráfico en partes del noroeste y el sureste de este mar que baña a ambos países en guerra

También anunció que cerraba el tráfico en partes del noroeste y el sureste de este mar que baña a ambos países en guerra.

En un mensaje similar, Ucrania anunció que prohibía la navegación en «la parte noreste del mar Negro y en el estrecho de Kerch» cerca de la península de Crimea.

Tras el fin del acuerdo, Kiev dijo estar preparado para seguir exportando cereales por vía marítima y pidió a la ONU y los países vecinos establecer un corredor seguro para la navegación.

Bombas de racimo

En el frente, las fuerzas ucranianas empezaron a usar las bombas de racimo suministradas por Estados Unidos para intentar acelerar la lenta contraofensiva lanzada por Kiev hace un mes, dijo la Casa Blanca.

Por primera vez, Estados Unidos suministró este mes a Kiev estas controvertidas armas, que dispersan cientos de pequeños explosivos y están prohibidas en varios países por la amenaza que suponen para los civiles.

Las tropas ucranianas empezaron a utilizar estas municiones «la semana pasada o así», dijo el jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

«Las están usando adecuadamente, las usan de forma efectiva y están teniendo un impacto en las formaciones y las maniobras defensivas de Rusia», aseguró.

Desde junio, Kiev intenta recuperar amplias partes de territorio en el sur y el este de Ucrania ocupadas todavía por Rusia, pero la contraofensiva parece paralizada en largas secciones del frente. Un alto asesor de la presidencia ucraniana reconoció que esta operación será «larga y difícil».

El pacto roto de salida de cereales

Esta contraofensiva se solapa con las hostilidades desencadenadas a orillas del mar Negro desde el fin del acuerdo cerealero, con ataques rusos a los puertos ucranianos y acciones de Kiev contra la anexionada península de Crimea.

En la madrugada del jueves, Rusia atacó por tercer día consecutivo las ciudades de Odesa y Mikolaiv, provocando la muerte de al menos tres personas e hiriendo a una veintena, dijeron las autoridades locales.

Ucrania acusa a Rusia de atacar deliberadamente sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales.

También condenó los ataques el secretario general de la ONU, António Guterres, quien advirtió que están teniendo un «efecto negativo en los precios mundiales del trigo y el maíz».

El inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022 provocó el bloqueo de los puertos ucranianos en el mar Negro hasta que en julio del año pasado se firmó un acuerdo mediado por Turquía y la ONU, que fue prolongado en dos ocasiones.

El pacto permitió la exportación de más de 32 millones de toneladas de granos, lo que alivió a países que sufren escasez de alimentos, como Afganistán, Sudán y Yemen.

Pero el lunes el Kremlin anunció que se retiraba del acuerdo después de meses quejándose del incumplimiento de una disposición del acuerdo para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.