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Kotlin Island (Russian Federation), 22/07/2023.- Russian President Vladimir Putin (R), Belarusian President Alexander Lukashenko (L) and Governor of St. Petersburg Alexander Beglov after a visit to the Museum of Naval Glory in Kronstadt, outside St. Petersburg, Russia, 23 July 2023. Belarusian President Lukashenko is on a working visit to Russia. (Bielorrusia, Rusia, San Petersburgo) EFE/EPA/ALEXANDER DEMYANCHUK/SPUTNIK/KREMLIN / POOL MANDATORY CREDIT

El gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov, con el presidente de Bielorrusia, Lukashenko y Vladimir PutinEFE

515 días de guerra en Ucrania

Lukashenko lo dice sin tapujos: los «wagneritas» quieren invadir Polonia

Primero fue Putin el que amenazó a Polonia y ahora y tras reunirse con él, el presidente de Bielorrusia desliza que los mercenarios de Prigozhin quieren invadir al país vecino por apoya a Ucrania

Alexander Lukashenko, cuando dice lo que ha dicho sabe bien por qué lo hace. El presidente de Bielorrusia ha estado –y continúa– con Vladimir Putin que ya amenazó a Polonia y por voluntad propia aprovechó un micrófono para mandarle otro mensaje a Varsovia: el Grupo Wagner os quiere invadir.

«Quizás no debería decirlo, pero lo haré. Nos han empezado a inquietar los wagneritas [término cariñoso para los mercenarios]. ´Queremos ir a Occidente, Denos permiso´. Y yo les digo, para qué queréis ir a Occidente. ´Para hacer una excursión a Varsovia, a Rzeszow´», comentó Lukashenko al comienzo de esta reunión con Putin, en el Palacio de Constantino en San Petersburgo.

Lukashenko nunca antes había tenido una posición tan importante con Putin. Tras mediar en el motín de los Wagner y abrirles las puertas de Bielorrusia, el autócrata parece tener la autoestima por las nubes. Otra prueba de ello es que le garantizó a Putin, su aliado, pero al que a la vez teme, que no permitirá que el ejército de Prigozhin salga de la base de Moguiliov, donde un número indeterminado de estos permanece. Su «estado de ánimo es malo», comentó con naturalidad, aunque –informa Efe– «Hay que reconocer que ellos saben lo que está ocurriendo en torno a la Unión Estatal».

Superada una etapa en la que su salud parecía estar dándole más problemas de los que reconocía, Lukashenko destacó que los mercenarios rusos combatieron en la ciudad de Bajmut contra unidades ucranianas equipadas con armamento occidental que llegó en avión al aeródromo polaco de Rzeszow.

Polonia se moviliza

A su vez, denunció que Polonia ha desplegado una brigada a unos 40 kilómetros de la ciudad de Brest y otra a unos cien kilómetros de Grodno, cuando antes esas unidades se encontraban a unos 500 kilómetros de territorio bielorruso.

Lukashenko también se mostró contrario a los supuestos planes de Varsovia denunciados por Moscú sobre la ocupación del oeste de Ucrania, opción que consideró «inaceptable».

El pacto

En virtud del acuerdo que puso fin a la sublevación del 23-24 de junio, el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin aceptó mudarse a Bielorrusia, mientras los mercenarios tenían dos opciones: regresar a sus casas, acompañarle o subordinarse al Ministerio de Defensa.

Después de varias semanas de incertidumbre, el 14 de julio el Ministerio de Defensa bielorruso anunció la llegada de las primeras columnas de Wagner.

Esta semana, el 19 de julio, Prigozhin publicó un vídeo desde Bielorrusia dando la bienvenida a los mercenarios, a los que aseguró que regresarán a África, aunque no descartó un futuro retorno al campo de batalla en Ucrania.

Durante su estancia, los mercenarios rusos convertirán al Ejército bielorruso en el «segundo del mundo», auguró Prigozhin, y «si hace falta y es necesario, saldremos en su defensa», agregó.

Al día siguiente, las Fuerzas Armadas bielorrusas informaron sobre entrenamientos conjuntos con los wagneritas en la frontera con Polonia, que anunció inmediatamente el envío de dos unidades militares a la zona.

En total, en la antigua república soviética se encuentran ahora unos pocos miles de mercenarios, aunque Wagner estima que esa cifra alcanzará pronto los 10.000 efectivos.

Wagner mantiene que actualmente hay 25.000 mercenarios «vivos y sanos», a los que se suman los heridos que se están recuperando.

El Ministerio de Exteriores de Polonia convocó al embajador ruso en el país después de las declaraciones de Putin durante la reunión el viernes del Consejo de Seguridad de Rusia.

Entonces, Putin aseguró que las regiones occidentales polacas habían sido «un regalo de Stalin» y advirtió a Varsovia que un ataque a Minsk significaría una agresión contra Rusia.

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